El Aaiún, 7 nov (EFE).- Diego Armando Maradona causó verdadero furor entre los saharauis de El Aaiún, que lo vitorearon sin parar y le solicitaron innumerables «selfies» a los que se prestó gustoso en sus apenas dos horas de estancia.
El futbolista había sido invitado a jugar en un partido entre un equipo de viejas glorias internacionales (de Europa, África y América Latina) y otro de árabes con ocasión del 40 aniversario de la Marcha Verde, pero la estrella de Maradona eclipsó a todas las demás.
Nada mas llegar al lugar, el astro argentino dio una vuelta triunfal al Estadio Cheij Mohamed Lagdaf de El Aaiún mientras el público coreaba su nombre y lo ovacionaba.
Posteriormente, se vistió el uniforme de «estrellas mundiales» y llegó a jugar 20 minutos, aunque los kilos de más y la falta de resuello le hicieron dejar el terreno de juego sin completar la primera parte.
No se sabe si se lo pusieron en bandeja, pero el argentino marcó un gol que puso al estadio en delirio.
Nada más salir del terreno de juego, Maradona no tuvo paciencia para aguantar la segunda parte, se vistió y se marchó al aeropuerto, donde continuó su sesión de «selfies», aparentemente sin molestarse.
El futbolista ha asegurado que ha aceptado la invitación de Marruecos sin contrapartida financiera. No se ha pronunciado sobre el conflicto entre Marruecos y los independentistas saharauis, ni se sabe si tiene una opinión, pero su presencia ha servido al gobierno de Rabat para proclamar sus tesis.