Caracas, 13 nov (EFE).- Tres partidos sin puntos. Venezuela vive una pesadilla en el inicio de las eliminatorias sudamericanas al Mundial Rusia 2018, tras perder ante Paraguay (0-1), Brasil (3-1) y Bolivia (4-2).
Ninguna selección que haya salido derrotada en sus tres primeros partidos se ha clasificado para el Mundial, tomando como referencia las últimas cinco eliminatorias sudamericanas desde Francia 98 a Brasil 2014.
El panorama de la Vinotinto no luce mejor para cerrar con algunos puntos el premundial por 2015. El último partido de este año, el próximo martes, le enfrenta ante el líder de la clasificación Ecuador en Puerto Ordaz.
Los resultados tienen al entrenador venezolano, Sanvicente, al borde de la cornisa mirando al vacío. El desempeño de la selección, desde que inició su ciclo en julio de 2014, tiene como balance en 16 encuentros apenas cuatro victorias, dos empates y diez derrotas.
El técnico además encadena cinco partidos perdidos en competiciones oficiales: ante Perú (1-0) y Brasil (2-1) en la Copa América Chile 2015, y las tres en este arranque de las eliminatorias.
Sanvicente, quien en una rueda de prensa hace un mes, dijo que la Vinotinto estaba cometiendo los «mismos errores de hace 20 años» hoy ve en sus palabras una realidad manifiesta.
Hacía 15 años que Venezuela no iniciaba unas eliminatorias con tres derrotas consecutivas, desde que ocurrió en la clasificación a la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002.
Después de la goleada recibida ante Bolivia, el pasado jueves, en el Hernando Siles de La Paz, la popularidad de Sanvicente se vino a pique.
El encuentro ante los bolivianos ha dejado también otra marca dolorosa para una selección que venía en crecimiento en la última década: Venezuela está décima en la clasificación con el peor registro de goles, tras recibir ocho en tres partidos.
Ante esta imagen desdibujada de la Vinotinto, resalta la lucha de los jugadores venezolanos. Ante Paraguay mantuvieron un empate hasta el fatídico gol sobre el final del encuentro, mientras que frente a Brasil y Bolivia, marcaron goles para intentar remontar un marcador adverso.
La entrega de los futbolistas venezolanos, que en algún momento ilusionó a toda Venezuela con alcanzar el primer Mundial de su historia, parece seguir allí presente esperando solo por tiempos mejores.
En ese hilo de esperanza se cuentan a los delanteros Christian Santos, Mario Rondón y Richard Blanco quienes marcaron su primer gol en partido oficial con la Vinotinto.
Pero al evaluar el desempeño de conjunto, las miradas se posan sobre Sanvicente y sus decisiones para armar un equipo que necesitaba renovación tras el finalizado período del ex seleccionador César Farías.
El director técnico eligió dejar de lado a porteros que ya tenían experiencia en estas competiciones para apostar por Alain Baroja como titular, con el atenuante de que los suplentes también son jugadores con poco recorrido.
Sanvicente ha experimentado con el cambio de posición de algunos futbolistas -entre ellos el retirado Juan Arango-, y ante Bolivia con Alex González a quien invirtió del lateral derecho al izquierdo.
El mismo capitán Tomás Rincón ha dejado de ser un mediocampista de contención, al exigírsele que asuma un rol más ofensivo en la conducción de la pelota, lo cual ha generado que el equipo luzca tácticamente desbalanceado.
El entrenador ha nutrido sus convocatorias con jugadores que tienen escaso ritmo de juego, a pesar de declarar su deseo de lo opuesto. La presencia de Francisco Carabalí, ante Bolivia el jueves, es un ejemplo de ello.
Entre las tareas pendientes está conseguir la dupla de centrales que le de firmeza a la zaga, pues no ha repetido en ningún partido en la eliminatoria. Hallar un reemplazo para el lateral izquierdo y un compañero ideal para Rincón en el mediocampo.
Todo apunta a que el martes, ante Ecuador, Sanvicente se estaría jugando su continuidad en el cargo. Pero lo que sí es seguro es que tiene una oportunidad para rescatar su maltrecha imagen.
María José Rey Palermo