Londres, 17 nov (EFE).- Cerca de 90.000 personas desafiaron este martes al miedo y acudieron en masa al estadio londinense de Wembley para presenciar en directo el amistoso entre Inglaterra y Francia, un partido que ha resultado cargado de emoción y que ha servido para rendir tributo a las víctimas de los atentados del viernes en París.
Apenas cuatro días después de que la capital francesa sufriera los peores ataques terroristas en suelo europeo desde el 11 de marzo de 2004 en Madrid, el pueblo británico se ha solidarizado así con sus vecinos galos en una respuesta sin precedentes en señal de rechazo y condena del terrorismo.
Gentes de todas las nacionalidades han mostrado su apoyo al pueblo francés llenando un estadio que recibió a los aficionados con su emblemático arco iluminado para la ocasión de rojo, blanco y azul y con la fachada y los laterales proyectados con la leyenda «Liberté, Égalité, Fraternité» («Libertad, Igualdad, Fraternidad»), lema de la República francesa.
La contundente presencia policial en las inmediaciones del estadio y de la parada de metro de Wembley Park, la más próxima al recinto, no amedrentó a los aficionados, que horas antes del partido ensayaron La Marsellesa en solitario y en grupos con su fuerte e inevitable acento inglés.
Cargados de banderas tricolores y portando cientos de pancartas con los lemas «Je Suis Paris» («Yo soy París») y «Together we are stronger» («Juntos somos más fuertes»), los hinchas británicos no dejaron de aplaudir, abrazarse, cantar y, sobre todo, beber junto a sus colegas europeos.
«En el fútbol los franceses son nuestros rivales, pero el partido de hoy es una ocasión especial. Hoy somos más que vecinos; somos hermanos», dijo a EFE antes del encuentro John Reilly, un londinense que aseguró que cantaría «como nunca» el himno galo.
«¿Miedo? No tengo ningún miedo. Estamos más unidos que nunca y tenemos que demostrarlo juntos», respondió el joven inglés tras ser preguntado sobre si había tenido dudas a la hora de acudir al partido. «Tenía la entrada desde hace semanas. Los sucesos del viernes lo único que hicieron fue aumentar mis ganas de venir y abrazar a mis vecinos», subrayó.
Además de las decenas de miles de aficionados, muchas personalidades y celebridades no quisieron perderse el encuentro, para el que solo desde el viernes hasta hoy se habían vendieron más de 10.000 localidades.
«Nos hubiéramos preocupado si hubiéramos visto a decenas de miles de personas devolver sus entradas. Pero no solo no ha sido así, sino todo lo contrario», aseguró antes del encuentro Martin Glenn, director ejecutivo de la Federación Inglesa de Fútbol (FA).
«La gente está decidida a mostrar su solidaridad con el pueblo francés en estos duros momentos», añadió el directivo.
Las muestras de solidaridad se prolongaron hasta minutos antes de que se iniciara el encuentro, cuando todo el estadio, de pie y de viva voz, cantó al unísono La Marsellesa, el himno nacional francés.
Los hinchas británicos, ayudados por las pantallas de los videomarcadores, que proyectaban la letra del himno, y por el coro francés de Les Fauristes, se unieron a sus colegas galos en un gesto único e irrepetible.
La noticia conocida a última hora de la cancelación del amistoso entre Alemania y Holanda, lejos de desanimar a los londinenses, les sirvió de estímulo añadido para estar presentes en Wembley y mostrar su solidaridad con el pueblo francés y su condena de los atentados de París.
No obstante, el temor se mantiene en una ciudad que ha sido objeto también de sonados golpes terroristas, y los londinenses y el resto de los británicos se hacen a la idea de que las medidas adicionales de seguridad, muy notorias estos últimos días, van a condicionar la vida diaria y los espectáculos de masas, como el fútbol, durante mucho tiempo.