Berlín, 18 dic (EFE).- La prensa alemana digiere el inminente adiós de Pep Guardiola a finales de esta temporada, que se conocerá a más tardar, salvo sorpresa, a comienzos de la próxima semana, mientras que le abona el terreno a la posible llegada de Carlo Ancelotti como sucesor del preparador catalán.
«Los bávaros no van a estar demasiado tristes», titula un análisis el jefe de deportes del diario «Bild», Alfred Draxler, dedicado a la marcha de Guardiola.
Una idea central del análisis de Draxler es que de cualquier modo a final de temporada el Bayern hubiera tenido que buscar otro entrenador.
Si Guardiola gana la Liga de Campeones, habría coronado su proyecto y para mantener la motivación en el Bayern tendría que haber un cambio en el banquillo, como ocurrió después del triple ganado por Jupp Heynckes.
Si, en cambio, el Bayern se queda otra vez sin el máximo título adecuado entonces la cúpula tendría que preguntarse si Guardiola es el entrenador adecuado. «Ahora pueden ahorrarse la decisión», escribe Draxler.
La afición, según Draxler, tampoco sufrirá mucho porque, dice, aunque Guardiola se ha ganado su respeto «no se ha ganado su corazón».
El mismo diario contiene unas declaraciones del exentrenador Ottmar Hitzfeld -uno de los que cuenta tanto con la admiración como con el corazón de la afición bávara- que, aunque dice que habría que lamentar la marcha de Guardiola, se deshace en elogios hacia Ancelotti.
Mientras que Guardiola para Hitzfeld es «un pionero y un revolucionario», Ancelotti es «un zorro de la táctica».
«Él no mantiene un sistema tercamente, puede adaptar el juego a las necesidades del momento o al contrario. Por ejemplo, con el Real Madrid jugaba ofensivamente pero contra el Bayern jugó al contragolpe», dijo Hitzfeld.
El resultado de esos dos partidos del Madrid de Ancelotti contra el Bayern es bien conocido y sigue siendo hasta hoy la peor derrota de Guardiola en su paso por el club bávaro.
Una virtud que el «Bild» elogia de Ancelotti, y de la que Guardiola no ha hecho gala en su paso por Múnich, es la de la serenidad.
«Duelo sin desesperación», titula, por su parte, un artículo el «Süddeutsche Zeitung» de Múnich.
Ese artículo empieza recordando el irónico comentario del exinternacional Rudi Völler según el cual un equipo como el Bayern lo puede entrenar hasta el guardia de la ciudad deportiva de la Sabener Strasse.
En el Bayern, según el «Süddeutsche Zeitung», hay una estructura que hace improbable que, tras la marcha de Guardiola, surja una crisis como la que vivió el Manchester United con el fin de la carrera de entrenador de Alex Fergusson.
El propio presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karlheinz Rummenigge, había preparado el terreno al decir que «los entrenadores vienen y se van» sin que se acabe el mundo.