Madrid, 27 feb (EFE).- El Atlético de Madrid ganó por tercera temporada consecutiva el derbi ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu y se confirmó como la única alternativa, aunque aún lejana, al líder autoritario de la Liga BBVA, el Barcelona.
Fue una nueva demostración de poder y de estrategia del equipo del argentino Diego Pablo Simeone. Es un bloque que sabe a lo que juega, que aprovecha sus cualidades y que se ha acostumbrado a penalizar las deficiencias de un eterno rival al que tan solo le queda la carta de la ‘Champions’ para salvar el curso.
Por tercer año consecutivo el Atlético asaltó en partido liguero el Bernabéu. Dato histórico. Y lo hizo con las armas que le han llevado a recuperar el protagonismo tras tantos años de penuria: solidaridad, esfuerzo, bloque, equipo.
Además, contó con lo que le había faltado en los anteriores partidos, acierto ante el gol. En este caso por medio del francés Antoine Griezmann, que no estaba preocupado por su sequía.
El Atlético desesperó a un Real Madrid con pocos recursos para rebasar la telaraña que tejió Simeone y soltó el aguijonazo definitivo con un preciso disparo de Griezmann a centro del brasileño Filipe Luis.
Zidane, que no había perdido aún desde que relevó a Rafa Benítez, echó en falta el desequilibrio del brasileño Marcelo. Tampoco pudo contar con el galés Gareth Bale. El francés Karim Benzema jugó solo la primera parte tras más de una semana lesionado. El técnico galo echó mano de los jóvenes Borja Mayoral, Lucas Vázquez y Jesé Rodríguez. Pero el Real Madrid, entre las protestas, no encontró el camino ni el acierto para superar la resistencia rojiblanca.
Por lo tanto, el Atlético queda segundo a cinco puntos del Barcelona, que recibirá el domingo al Sevilla, y el Real Madrid tercero a nueve. La Liga, por lo tanto, una quimera para el cuadro blanco, no solo por la diferencia numérica, sino por las sensaciones, juego y fiabilidad. Zidane lo reconoció sin tapujos: «La Liga está acabada».
El Celta reafirmó sus opciones europeas y complicó la vida al Getafe, que tras sufrir su sexta derrota consecutiva queda en situación muy incómoda.
El equipo del argentino Eduardo ‘Toto’ Berizzo no jugó un buen partido pero tuvo el acierto oportunista del internacional Manuel Agudo ‘Nolito’ a los 71 minutos.
El resultado castigó a los de Fran Escribá, que se quedan con dos puntos de renta respecto a la zona de descenso que marca ahora el Sporting tras caer en casa ante el Espanyol (2-4), un rival directo.
Aunque Carlos Castro adelantó pronto a los de Abelardo Fernández, un tanto al final del primer periodo de Jorge Franco ‘Burgui’ y otro al inicio del segundo de Gerard Moreno dieron la vuelta al marcador.
Gerard Moreno amplió la distancia para el cuadro del rumano Costantin Galca. Todo le salió mal al Sporting, que tras acortar distancias de nuevo por medio de Carlos Castro tuvo opciones para empatar, pero le faltó la suerte porque mandó dos balones a la madera. Al final, un centro de Marco Asensio desviado a propia portería por Luis Hernández significó el 2-4 que alivia al Espanyol, que se sitúa con cuatro puntos de renta, y deja tocado al Sporting.
En otro partido entre dos equipos que luchan por la supervivencia, el Betis y el Rayo Vallecano firmaron tablas a dos goles. Rubén Castro puso un claro 2-0 a la media hora, pero los pupilos de Paco Jémez, como hicieron la semana pasada en casa ante el Sevilla, no se desmoronaron.
El angoleño Manucho, que había reemplazado al venezolano Nicolás Fedor ‘Miku’, en el descanso, igualó el partido con dos tantos rápidos (m.8 y 51).
El Rayo resistió las intentonas del Betis sin renunciar a buscar los tres puntos, pero al final hubo falta de acierto e incluso de suerte como un disparo del local Dani Ceballos en la prolongación y se firmó el tercer 2-2 seguido para los franjirrojos y el tercer empate para los verdiblancos.
Por lo tanto, el cuadro madrileño acumula siete encuentros sin perder y da otro pasito hacia la salvación y el equipo de Juan Merino se instala un poco más arriba con cuatro puntos de ventaja respecto al Sporting.
En el último encuentro del sábado, el Málaga impidió la quinta victoria seguida de la Real Sociedad (1-1), aunque le supo a poco porque saboreaba los tres puntos gracias al gol del croata Duje Cop (m.56) hasta que Imanol Agirretxe igualó en el tramo final partiendo en posición antirreglamentaria.
El resultado merma un tanto el sueño de ambos equipos de acabar luchando por posiciones europeas a las que se estaban acercando y confirma la tendencia de la jornada, en la que aún no ha habido victoria local alguna.
José Antonio Pascual