Berlín, 20 abr (EFE).- El «piscinazo» de Arturo Vidal ayer en la semifinal de la Copa de Alemania, en que el Bayern Múnich se impuso a Werder Bremen por 2-0, se ha convertido en la comidilla de medios y redes sociales, para apuro del árbitro Tobias Stieler que reconoció su error por haber dado el penalti a los bávaros.
«Lo lamento. Fue una decisión equivocada», reconoció Stieler, poco después del partido, tras quedar claro en las repeticiones de la jugada que Vidal se tiró espectacularmente dentro del área pese a que el contrario, Janek Sternberg, ni le rozó.
La acción ocurrió en el minuto 71 -cuando Vidal llevaba apenas tres en el terreno de juego y con el Bremen atacando con brío para tratar de remontar-, y derivó en el segundo gol para los bávaros, obra como el primero de Thomas Müller.
El técnico del Bayern, Pep Guardiola, no tuvo reparos en admitir que «el penalti no fue penalti» y que no le gustó que se «tirase así el segundo gol».
Mientras el árbitro ha justificado su error en que desde su ángulo si vio contactó entre Sternberg y Vidal, en las redes sociales y los medios no ha habido compasión para afear a Vidal su acción.
«El Bayern ‘vuela’ a la final gracias a Vidal», tituló la edición digital del popular diario «Bild», haciendo un juego de palabras con el término «schwalbe» -«golondrina»-, que se aplica en Alemania al piscinazo.
«Vidal calla, Guardiola pide disculpas», destaca por su parte «Der Spiegel», que coincide en calificar de «penoso» el comportamiento del chileno, lo mismo que «Die Welt» y «Frankfurter Allgemeine Zeitung».
En twitter la acción ha suscitado todo tipo de memes, desde Vidal tocado con alas, como las golondrinas, a comentarios que le comparan con el ausente Arjen Robben, apodado el «holandés volador» por sus asimismo famosos «golondrinazos» -en terminología alemana-.