Múnich (Alemania), 3 may (EFE).- El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, mostró hoy su orgullo por haber alcanzado la final de la Liga de Campeones, después de «haber dejado en el camino a dos de los tres mejores del mundo», entre ellos el Bayern Múnich, hoy en el partido de vuelta de semifinales.
«Hemos visto tal vez al mejor equipo. Sencillamente maravilloso. Ver a un equipo con esa continuidad, con esa intensidad de juego», afirmó, para admitir a continuación que en la primera parte del encuentro «no pudimos responder a lo que nos estábamos encontrando».
Esta situación cambió, a partir del penalti que falló Thomas Müller, donde se mostró que «la reacción empezaba a aparecer».
Luego, con la entrada de Carrasco en el equipo, se vio a un «equipo muy distinto», que empezó a «ganar en el juego aéreo» y a mostrar «que en algún contragolpe podía hacer daño».
Simeone defendió que lo ocurrido con su equipo, su evolución, «no es una casualidad», sino producto de «lo bien que funciona su club», de «cómo se trabaja en él» y «de lo mucho que ha evolucionado» en los últimos años.
Destacó ahí el papel desempeñado por «muchos jugadores nuevos», como Koke, Carrasco, Saúl y por supuesto Antoine Griezmann, hasta lograr lo que actualmente se tiene, que es «un equipo tremendo».
El técnico argentino rehuyó una pregunta acerca del estilo de fútbol del Atlético, calificado de estrictamente defensivo: «Nosotros tratamos de jugar con las características de los futbolistas que tenemos».
Asimismo rechazó que la posibilidad de que en la final de Milán puedan enfrentarse de nuevo al Real Madrid -como en 2014- sea una suerte de oportunidad de venganza por su derrota de entonces y dijo que «en la vida no hay revanchas, sino nuevas oportunidades.
«Ahora tenemos posibilidades diferentes a las de aquel momento. Entonces teníamos dos partidos seguidos, con el Barcelona y con el Real Madrid. Ahora dispondremos de quince días. Llegaremos de otra manera, probablemente», atajó.