Miami (EE.UU), 19 jun (EFE).- La Argentina de Lionel Messi se ha convertido, a base de buen juego y goles, en la principal favorita para ganar la Copa América Centenario con el permiso de Chile, que este sábado también presentó su firme candidatura a repetir título tras golear a México por 0-7 en cuartos de final.
Los datos avalan la buena trayectoria de la Albiceleste en un torneo en el que es la única selección que sigue invicta y en el que lleva anotados catorce goles por tan solo dos recibidos en los cuatro partidos disputados.
En busca de su decimoquinta corona continental, que le igualaría con Uruguay, los hombres de Gerardo ‘Tata’ Martino basan su juego en la fortaleza de todas sus líneas y en la calidad de sus hombres, especialmente en la parcela ofensiva, con Lionel Messi a la cabeza.
El delantero del Barcelona, que llegó tocado a Estados Unidos, empezó de suplente los tres primeros partidos para ir ganando minutos paulatinamente, lo que no le ha impedido ser el máximo goleador de su selección con cuatro tantos.
Pero el ’10’ no ha sido el único jugador destacado. La seguridad de Sergio Romero en la portería se ha visto acompañada por la fortaleza de una línea defensiva en la que han contribuido con su trabajo Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori, Marcos Rojo o el veterano Javier Mascherano.
En la zona central han destacado también los buenos minutos de hombres como Éver Banega o Nicolás Gaitán, que han sabido cubrir la ausencia por lesión de Ángel di María, quien no ha vuelto a jugar desde el segundo partido de la competición.
Y en el ataque, Gonzalo Higuaín ha respondido a lo que necesitaba el equipo con su lucha y los dos goles que abrieron el camino de la victoria en cuartos de final ante Venezuela.
«Fuimos un digno rival ante la mejor selección del mundo hoy por hoy», dijo tras dicho partido el seleccionador venezolano Rafael Dudamel, reconociendo la calidad de su rival.
Tras lo visto hasta ahora, los argentinos son firmes candidatos a revalidar un título que se les resiste desde 1993, aunque para ello antes deberán ratificar su condición de favoritos en semifinales ante los Estados Unidos y superar en la final al vencedor del otro cruce, el que enfrentará a Colombia y a Chile.
En el caso de que fuesen los chilenos sus contrincantes en el último partido, el equipo del ‘Tata’ Martino tendría la oportunidad de vengar la final de 2015, en la que la Roja se impuso en la tanda de penaltis.