Bogotá, 27 jun (EFE).- La Copa América 2016 deja la sensación de que hay una gran distancia entre el fútbol de Sudamérica y el del Norte del continente agrupado en la Concacaf, pero la certeza de que un torneo con 16 selecciones ofrece más calidad, emoción y espectáculo que el formato original con diez socios y dos invitados.
El cuarto puesto de Estados Unidos resultó para el entrenador Jurgüen Klinsmann una aleccionadora experiencia, pero no es para echar cohetes pues en cifras revela que el anfitrión de la edición centenaria del torneo está lejos de Argentina, con el que cayó por 4-0 semifinales, y de Colombia, que le ganó por 2-0 en el debut y por 1-0 en el partido por el tercer puesto.
Tras las dudas sembradas en el comienzo por la era Juan Antonio Pizzi, Chile entendió que en su selección hay vida más allá de Jorge Sampaoli y hoy en Nueva Jersey volvió a derrotar a la Albiceleste de Lionel Messi en otra reñida final, como la del año pasado que también ganó la Roja en una tanda de penaltis.
Con tres países de la Conmebol en el podio y solo una entre los semifinalistas de las seis invitadas a la extraordinaria edición del torneo, el balance en la Concacaf va desde el fracaso admitido por México, hasta la provechosa experiencia interpretada por Costa Rica, Panamá, Jamaica y Haití.
Pese a las goleadas sufridas por los seis invitados, no se puede olvidar que dos de la Conmebol sufrieron igual: Bolivia y Venezuela.
Y cumplido el experimento de la Copa Centenario no puede negarse que una competición con 16 participantes distribuidos en cuatro grupos y definida en 32 partidos, es mejor que la que jugaban 12 equipos a partir de tres grupos hasta completar 24 encuentros.
Curiosamente el resultado final de los participantes en la Copa América dista de su estado actual en las eliminatorias.
México anticipó su pase al hexagonal final de la Concacaf como líder absoluto en el grupo A, como muy cerca están Costa Rica y Panamá, primero y segundo del B en el que poco margen tiene Jamaica y ninguno Haití. Y en el C el equipo de las Barras y las Estrellas, que dirige Klinsmann, es escolta del líder, Trinidad y Tobago.
Muchas dudas dejaron Uruguay y Ecuador, que en el clasificatorio sudamericano comparten la cima con 13 puntos de 18 posibles.
Con un Luis Suárez impotente por no haber jugado por lesión un solo minuto y con Edinson Cavani que tuvo la pólvora mojada, Uruguay fue eliminada en la primera fase tras sucumbir ante México (3-1) y Venezuela (0-1), por lo que de nada sirvió golear a Jamaica (3-0).
Ecuador dio buena impresión al desteñir a Brasil con un 0-0 en el debut e ilusionó al empatar 2-2 un partido que perdía por 0-2 con Perú y vapulear después por 4-0 a Haití. Pero se vio limitado en cuartos de final al sucumbir por 2-1 ante Estados Unidos.
Argentina ocupa el tercer puesto con 11 unidades y cuarto es Chile con 10 por lo que si las eliminatorias terminaran hoy, estos dos países así como Uruguay y Ecuador estarían asegurados en Rusia.
De la Argentina subcampeona del mundo en 2014 hasta la que perdió la Copa de América del año pasado, la modelo 2016 de Gerardo Martino es más sólida y solidaria a partir de cuatro cambios visibles, aunque tampoco se pudo hacer con el trofeo.
Gabriel Mercado tomó el puesto de lateral derecho que ocupaba Pablo Zabaleta; el central Ramiro Funes Mori hizo olvidar a Martín Demichelis; Ever Banega tomó el rol de armado de Javier Pastore y Gonzalo Higuaín el de goleador que tenía Sergio Agüero.
La mejor generación chilena tocada primero por la varita mágica de Marcelo Bielsa y luego por Sampaoli, es cuidada ahora por Pizzi.
Los chilenos tocan de oído también como cuando tienen al frente la partitura táctica gracias al tiempo que llevan jugando juntos Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz, Arturo Vidal, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez, así como la novedad José Pedro Fuenzalida.
El quinto puesto, que da derecho a una repesca, está en poder de Colombia, que en la Copa América jugada en Estados Unidos quiso dar horas de vuelo a un equipo renovado aunque no encontró su mejor versión, pues sigue dependiendo de la genialidad de James Rodríguez, aún no tiene alternativas de gol para Carlos Bacca y poco apoyo encontró en Juan Guillermo Cuadrado y Edwin Cardona.
La Copa costó la cabeza a Dunga en Brasil, al argentino Ramón Díaz en Paraguay y puede dejar sin banquillo al boliviano Julio César Baldivieso, que desde su nombramiento, el 27 de agosto pasado, dirigió 11 partidos entre oficiales y amistosos y perdió diez.
México decidió la semana pasada no rotar de seleccionador y mantener en el cargo al colombiano Juan Carlos Osorio, tan dado que es a cambiar su once titular partido tras partido, y quien de técnico sensación tras golear en el debut a Uruguay, se fue con mucha pena al caer el Tri por 7-0 ante Chile.
Las selecciones de Perú y Venezuela ilusionaron con su fútbol, aunque como Brasil, Paraguay y Bolivia tendrán que remar contra la corriente en las eliminatorias sudamericanas, si quieren volver a pelear por una plaza en el Mundial de Rusia a partir de setiembre.
El fin de la era Dunga se dio horas después de la sorprendente eliminación de la Canarinha y demostró que en el fútbol como en el cine las segundas partes en una selección no son buenas.
Al menos en la de Brasil, pues Carlos Alberto Parreira y Luiz Felipe Scolari se tornaron ídolos al conducir las conquistas de los mundiales de 1994 y 2002, pero se fueron sin dejar saudade después de fracasar, Parreira en Alemania 2006 y Scolari en el de Brasil 2014. Dunga fracasó en el Mundial de Sudáfrica y pese a la mala campaña en la Copa América pasada, perdió el puesto ahora.
Adenor Bacci ‘Tite’ tomó el testigo de Dunga, que tendrá la misión de salir del incómodo sexto puesto de las eliminatorias.
Ramón Díaz no corrió con buena suerte, pues los éxitos conseguidos con equipos como River Plate y San Lorenzo no pudo concretarlos con Paraguay, selección que ocupa el séptimo puesto en la liguilla mundialista, con los mismos 9 puntos de Brasil.
Perú está dividido por la gestión de Ricardo Gareca que, tras dirigir 22 partidos entre amistosos, de dos aceptables ediciones de Copa América y las seis fechas de las eliminatorias, marcha en el octavo escalón de las mismas con 4 puntos, a 9 de los vanguardistas.
Muchos no se conforman con haber visto un equipo renovado y sólido, que incluso eliminó a Brasil en la fase de grupos y se fue invicto pues ante Colombia cayó en cuartos en una tanda de penaltis.
Si es oscuro el panorama de Bolivia, con técnico en capilla, sin haber ganado un solo punto en la Copa América, y con el penúltimo puesto en las eliminatorias, para Venezuela el presente ahora es favorable, pese a ser el colista en el camino a Rusia.
La Vinotinto salió de Estados Unidos con una goleada por 4-1 infligida por Argentina en cuartos de final, pero fortalecida por la recuperación un fútbol consistente en coincidencia con la llegada al banquillo del exportero Rafael Dudamel.
Por Hernán Bahos Ruiz