París, 14 ago (EFE).- El estadio del OGC Niza se cubrió hoy de blanco en homenaje a las víctimas del ataque yihadista del pasado 14 de julio en esa ciudad, en el que 85 personas murieron y más de 400 resultaron heridas.
Un minuto de silencio marcó además la primera jornada liguera de la temporada del equipo local contra el Rennes, en el que los jugadores llevaron camisetas especiales con los nombres de los fallecidos.
Antes de su entrada en el campo, 85 niños salieron al terreno de juego con un globo blanco cada uno en la mano, que dejaron volar al cielo después de que terminara «Nissa la Bella», el himno local.
Un mes después de ese atentado, en el que Mohamed Lahouaiej Bouhlel arrolló a cientos de personas con un camión frigorífico durante la celebración de la fiesta nacional francesa, el Allianz Riviera se sumó así al recuerdo de lo sucedido.
La mayor parte del público, a petición de los dirigentes del Niza, acudió vestido de blanco, y algunas de las pancartas exhibidas se alejaron de lo deportivo con lemas como «Unido en el dolor, el pueblo de Niza no bajará la cabeza».
Las camisetas con las que disputaron el encuentro las dos formaciones se subastarán en un futuro, según indicó el club en su página web, y el dinero recabado será destinado a las familias de las víctimas.