El Borussia Dortmund ha encontrado una manera propia de moverse en el mercado en la que el caso de Ousmane Dembelé, fichado hace un año por 14 millones de euros y vendido al Barcelona por más de 100 millones, es un ejemplo entre muchos otros en los que el club ha terminado sacando provecho de los traspasos.
La política de fichar a bajo costo surgió por necesidad. Cuando el actual equipo gestor, con Reinhard Rauball como presidente y Hans Joachim Watzke como director administrativo, el club estaba al borde de la quiebra.
Las apuestas posibles tenían que ser por jugadores que tuvieran un potencial todavía no reconocido o por jóvenes de la propia cantera.
Cuando el Dortmund -de manera sorpresiva y a la vez contundente- se coronó campeón alemán en 2011 uno de los jugadores clave era el Shinji Kagawa, que había llegado de la segunda división japonesa por 300.000 euros.
Además, en el eje del equipo, estaban dos jugadores de la cantera como Mario Götze y el turco Nuri Sahin. En los tres ha habido luego una historia de ida y vuelta.
El primero en irse fue Sahin, al Real Madrid tras haber sido elegido como el mejor jugador de la temporada en la Bundesliga, para luego regresar a Dortmund.
Un año después el Dortmund ganó el doblete y el siguiente en irse, al Manchester United, fue Kagawa. También regresó.
El último protagonista de la historias de ida y vuelta ha sido Götze, que fichó por el Bayern en 2013 y entre tanto es otra vez jugador del Dortmund.
Por diversos motivos, ni Kagawa ni Sahin ni Götze pudieron mostrar en otros equipos lo que mostraron en su primera época en el Dortmund. En el caso de Götze una enfermedad del metabolismo, que se le diagnosticó a su regreso, tuvo en parte que ver con ello, después de una buena primera temporada en el Bayern.
En todo caso, los tres ejemplos muestran que no por el hecho de que un jugador funcione en el Dortmund puede funcionar en cualquier del mundo.
Para completar la imagen es preciso decir que hay otros que si han cumplido con lo que esperaba de ellos, como Robert Lewandowski y Mats Hummels en el Bayern. A esto último, por lo demás, los bávaros tuvieron que recomprárselo al Dortmund por 35 millones de euros después de habérselo vendido por 10 millones.
Con Lewandowski el Dortmund no hizo ganancia, prefirió obligarlo a que terminara su contrato, le quedaba un año, para que luego se fuera libre al Bayern.
Sin embargo, el trato ejemplarizante dado a Lewandowski sirvió para negociaciones posteriores. Hace un año, el Manchester United preguntó por el armenio Henrihk Mchitaryan, a quien sólo le quedaba un año de contrato.
El Dortmund le puso precio, 42 millones de euros, y se mantuvo firme hasta el final de las negociaciones. Luego, en el caso Dembelé, el Barcelona se encontró también con la intransigencia del Dortmund a la hora de negociar.
Parte de lo recibido por Dembelé, se habla de entre 27 y 30 millones, se han usado para fichar al extremo ucraniano Andry Yarmolenko
En la plantilla actual hay varios jugadores que pueden despertar interés -y de hecho lo han despertado- de otros clubes, empezando por el goleador Pierre Emerick Aubameyang.
Watzke se refirió una vez a Aubameyang diciendo que el club había logrado compensar la marcha de Lewandowski con un jugador que marcaba aún más goles. En la temporada pasada fueron 31 de Aubameyang y 30 de Lewandowski.
En la lista de jugadores que pueden despertar el interés de otros clubes está sin duda también el estadounidense Christian Pulisic. Y el Dortmund, además, acaba de fichar al lateral Jeremy Toljan, una de las figuras de la sub’21 alemana campeona de Europa.
El precio del traspaso ronda los cinco millones de euros, más la cesión por dos años al Hoffenheim de Felix Passlack.