En un clima agreste, rozando los cero grados centígrados, con agua nieve incluido, los Tigres de la U de Nuevo León y los Rayados del Monterrey igualaron 1-1 en el partido de ida de la final del Torneo de Clausura 2017 de la Liga MX.
Fue a los siete minutos en que se abrió el marcador de la histórica final entre los dos equipos de Monterrey que por primera ocasión en la historia se miden en una final, la cual, por cierto, enfrenta a los planteles más caros en México y tal vez en el continente americano. Monterrey está valuado en poco más de 44 millones de Euros, mientras que Tigres está cerca de los 60 millones de Euros, algo increíble pensando en un país como México lleno de pobreza y violencia.
Si el clima era gélido en la grada todo lo contrario, la abrumadora mayoría de aficionados de Tigres, puso el espectáculo, y aunque el partido no fue malo si fue trabado y un poco afectado por el agua nieve.
Fue a los 7 minutos que la Pandilla del Monterrey abrió el marcador cuando en un tiro de esquina Gabriel Sánchez alcanzó a peinar el balón, la pelota se dirigió al primer poste y el portero Nahuel Guzmán no pudo controlar el esférico el cual terminó adentro del arco felino.
Con este gol Monterrey se sintió cómodo en el campo de juego, pero Tigres comenzó a apretar por obtener el control del balón, tal esfuerzo se tradujo en una pena máxima la cual fue cobrada por el ecuatoriano Enner Valencia, el cual cobró picando el esférico engañando totalmente al portero rayado.
Al final el encuentro se tornó ríspido con duras entradas lo cual trajo la expulsión de Leonel Vangioni, defensa argentino de la Pandilla, y de Hugo Ayala, mediocampista de Tigres en acciones separadas.
Con esto queda servido el escenario para que el próximo domingo, 5:00 de la tarde, hora del Pacífico, se midan en el Estadio BBVA, casa de los Rayados, en Guadalupe, Nuevo León, se juegue la vuelta de la final del futbol mexicano.
