Fue una noche que perdurará para siempre en la memoria de todos los culés. Como la de aquel 8 de enero de 1994, cuando Romário, con tres goles, Koeman e Iván Iglesias destrozaron al Madrid de Jorge Valdano. O la del 2-6 de hace dos temporadas en el Bernabéu. Guardiola continuo aumentando su leyenda. Primero como jugador y como entrenador, se ha ganado, por méritos propios, el título de ‘bestia negra’ del equipo blanco…y hasta hoy se mantiene su legado inigualable.
Si una cosa volvió a quedar clara en aquel derby es que Barça y Real Madrid son dos mundos opuestos. Por juego, por estilo e incluso por concepción. Son miles las evidencias que lo demuestran. Algunas tan claras como las alineaciones. La del Barça, con ocho futbolistas formados en ‘casa’ (a los que luego se sumarían Bojan y Jeffrén), y la del Madrid, con sólo uno: Iker Casillas. Cantera contra cartera. El once del Madrid, construido a base de talonario: sus once ‘gladiadores’ le costaron al club de Florentino Pérez 300 millones de euros; un escándalo en comparación con los 90 millones del Barça (40 de Villa, 30 de Alves, 15 de Abidal y 5 de Piqué). Sólo por Cristiano Ronaldo, Florentino Pérez ya pagó más de100 millones en aquel tiempo.