Sant Adrià de Besòs (Barcelona), 31 ene (EFE).- Diego López, portero del Espanyol, ha asegurado tras el entrenamiento en la Ciudad Deportiva que en el vestuario «no puede haber rupturas y no las hay», en referencia a la polémica causada por las declaraciones del técnico, Quique Sánchez Flores, tras perder contra el Leganés.
El entrenador afirmó que «faltaban líderes», declaraciones que no son motivo de alarmismo para el meta. «Estas palabras se han sacado mucho de contexto. El técnico siempre se ha caracterizado por el apoyo y el respeto a todos los jugadores, y no sólo públicamente, sino también en privado», ha dicho.
Diego López ha insistido en los que fallaron contra el Leganés fueron «los jugadores». «Debemos corregir y mejorar en cada compromiso», ha agregado.
En este sentido, el guardameta gallego ha comentado que existe unidad «entre jugadores, cuerpo técnico, el club y la afición periquita».
El futbolista ha asegurado que la intención del equipo es dar el máximo en cada jornada, aunque no ha hablado de metas concretas. «No sé los objetivos, no me interesan. Tenemos que ser realistas y asumir que estamos en una posición que no nos gustaría, pero quedan 17 partidos», ha comentado.
Sobre el partido contra el Barcelona del próximo domingo, en el RCDE Stadium, Diego López ha pedido apoyo al equipo, evitando polémicas personales como por las ocasionadas por las declaraciones del central azulgrana Gerard Piqué: «Nuestro estadio debe ser una bomba fortaleciéndonos, no centrándose en ningún jugador».
