Vila-real (Castellón), 7 feb (EFE).- Álvaro Gonzalez, defensa central del Villarreal, aseguró que cada partido que disputará su equipo a partir de ahora, tanto en competición europea como en Liga, será como «una final» y agregó que el próximo rival, el Alavés, ha cambiado mucho respecto a la primera vuelta de la Liga.
«Ahora llegan partidos que son bonitos de jugar, en los que te juegas mucho en cada uno de ellos. Por ello, debemos estar muy metidos y con ganas de hacer las cosas lo mejor posible. Creo que estamos capacitados para jugar y competir en estos partidos», explicó el cántabro.
El zaguero advirtió de la dinámica positiva en la que se ha adentrado el próximo rival de su equipo, el Alavés, tras la llegada al banquillo como nuevo técnico de Abelardo Fernández.
«Es uno de los equipos más cambiados respecto a la primera vuelta, son un bloque muy fuerte que juntan las líneas muy bien. Además de esa fortaleza atrás, son un equipo con buenos jugadores de ataque», alertó.
Sin embargo, Álvaro confió en proseguir con la buena racha de resultados de su equipo, a excepción de la derrota sufrida en el último partido ante el Betis (2-1).
«Las sensaciones son buenas y deben seguir así. Venimos de un mes muy bueno, en el que hemos sumado seis partidos sin perder. A esos partidos le añado el último tropiezo, en el que a pesar de estar con dos goles en contra, el equipo siempre dio la cara», dijo.
El defensor explicó que el primer objetivo en Liga para el Villarreal es separarse de los perseguidores para poder posteriormente alcanzar a los que están mejor clasificados.
«Ahora nos centramos en ganar este próximo partido en casa, ya que sabemos que si queremos estar en la lucha por los puestos altos de la tabla debemos ganar estos partidos», apuntó Álvaro.
También, el cántabro admitió que está completamente recuperado de las molestias que ha arrastrado en las últimas semanas en la zona isquiotibial.
Por último, el defensa central recordó las bajas para el próximo choque en Liga de Daniele Bonera y Rodrigo Hernández «Rodri», aunque confió en la amplitud y calidad de la plantilla castellonense.