River Plate conquistó su cuarto trofeo de la Copa Libertadores al imponerse por 3-1 a Boca Juniorsen el partido del vuelta de la final, disputado en el Santiago Bernabéu.
El equipo millonario tuvo que remontar un duelo que se le puso cuesta arriba, merced a un gol de Benedetto que abrió el marcador a favor de los xeneizes. Sin embargo, en el segundo periodo los tantos de Pratto, Quintero y Pity, estos dos últimos en la prórroga, decantaron la balanza a favor de River.
10,039 kilómetros tuvieron que viajar River Plate y Boca Juniors para disputar la malograda final de la Copa Libertadores, que en lugar de finalizar en Argentina concluyó en Madrid, aunque el Estadio Santiago Bernabéu fue una sucursal de Buenos Aires, y pocos podrían haber pensado que estaban en la capital de España.
Y toda la culpa fue de River que al final se llevó toda la gloria, una roca lanzada por un orangután previo al partido de vuelta del 24 de noviembre al camión que transportaba a Boca Juniors de camino al Monumental provocó toda esta movilización y puso en vergüenza a todo lo que rodea al fútbol argentino.
Aunque al final al parecer resultó acertada la decisión de irse a Madrid a jugar la final le dio un giro inesperado, le dio realce inesperado a una final que parecía condenada a no jugarse.
La familia del futbol internacional ocupó los palcos de lujo del Bernabéu, Messi y sus amigos, por otro lado Icardi y su esposa, Griezmann con su camiseta de Boca, Chielini, Sneijder, en fin, toda una pléyade de jugadores que jamás pasaron por las filas de alguno de estos y que sin embargo fueron a realzar la fiesta del futbol que unos orangutanes han tenido secuestrada en el Cono Sur.