Conocido como «El Loco» Bielsa por su manera poco convencional de entrenar a su equipo con acciones sacadas de un libro budista, como recoger basura de las calles que rodeaban su estadio para que supieran lo que es el sacrificio o su rapidez en aceptar y disculparse por el caso de espionaje que sacudió el futbol ingles; suma una «locura» más.
En el último partido de los Leeds contra el Aston Villa en lo que se conoce como la Championship, Jonathan Kodjia, uno de los jugadores del Aston, cae lesionado por un tropiezo con uno de los jugadores del Leed y en la confusión; Mateusz Klich aprovechó el camino libre para anotar un gol que comenzó una polémica discusión dentro y fuera de la cancha.
Ante esto, los jugadores y el equipo administrativo del Villa se salieron de sus cabales y mientras desde las líneas gritaban, en el campo ya estaban en empujones e insultos. La discusión duró 5 minutos y terminó en la expulsión de Anwar el Ghazi por una pelea con el delantero Patrick Bamford.
Ante esto, el ya controversial DT dio una orden a su equipo, debían dejarse anotar un gol, sin protestar. El equipo siguió las ordenes, aunque algunos como Pontus Jansson demostraron su desacuerdo con esto intentando defender el arco que ni el mismo arquero estaba defendiendo ya. El Aston aprovechó la oportunidad y fue Albert Adomah quien marcó el gol que los empataría nuevamente.
A pesar de que este partido pudo marcar la diferencia para que el Leeds obtuviese el ascenso que tanto viene buscando; Bielsa no se arrepiente de sus acciones pues en sus palabras: «No se lo regalamos, se lo devolvimos».
La situación ha sido muy comentada y mientras que algunos; como Dean Smith, gerente del Aston Villa, aplaude la «deportividad» de Bielsa; otros lo critican y siguen poniendo en duda la efectividad que puede tener como entrenador del equipo.
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