El Leganés de Javier Aguirre certificó su descenso al no conseguir imponerse al Real Madrid en el estadio de Butarque (2-2) en un duelo donde tuvo opciones hasta el último instante sin lograr el objetivo y se quedó a un gol de la salvación, tras el empate a cero del Celta de Vigo ante el Espanyol.
Jugárselo a todo o nada contra el campeón era el precio que tenían que pagar los locales para seguir viviendo el sueño de la máxima categoría del futbol español, todo ello después de una campaña donde que llegasen vivos a la última jornada podría considerarse ya de por sí un milagro.
Y ni siquiera ganar era sinónimo de éxito y alivio porque en paralelo tenían que orientar sus oídos hacia el campo del Espanyol, donde una victoria del Celta de Vigo haría inútil cualquier gesta por grande que esta fuera.
Enfrente un cuadro madridista que ya había hecho los deberes con sobresaliente pero que buscaba la matrícula de honor redondeando el curso con el trofeo de máximo goleador para Karim Benzema y un triunfo que le permitiera convertir en impecable el regreso tras el parón por la crisis sanitaria del coronavirus.
💙💙💙 Habéis luchado hasta el final. ¡Sois un pepino de equipo, @CDLeganes! ¡Mucho ánimo! ¡Os esperamos de vuelta! https://t.co/Sma6crFBHn
— LaLiga (@LaLiga) July 19, 2020