Tres días después de conquistar la Supercopa de Europa -su cuarto título del año-, el Bayern cedió sus primeros puntos en la Bundesliga, al perder por 4-1 contra el Hoffenheim, el único equipo que ha sido capaz de derrotar a los bávaros desde el 7 de diciembre.
La goleada pudo haber sido algo exagerada pero la victoria del Hoffenheim -que se convirtió en líder de la Bundesliga tras la segunda jornada- fue justa y fruto de un partido inteligente e intenso en el que el Bayern acusó el desgaste de los 120 minutos de la Supercopa contra el Sevilla.
El entrenador del Bayern, Hansi Flick, echó mano de las rotaciones tras el duelo ante el Sevilla y de cara a la Supercopa alemana del próximo miércoles frente el Borussia Dortmund.
Flick, incluso, corrió el riesgo de empezar sin Robert Lewandowski, en cuya posición empezó jugando Joshua Zirkzee. Además, Jerome Boateng entró por Niklas Süle, Alphonso Davies por Lucas Hernández y Corentin Tolisso por Leon Goretzka.