Diego Maradona no será dado de alta y permanecerá hospitalizado para recibir un «tratamiento de abstinencia», anunció su médico, Leopoldo Luque.
Si bien la mañana de este jueves Luque manifestó a los medios «las muchas ganas de irse» del astro del futbol, que el martes se sometió a una operación de un hematoma en la cabeza, por la tarde confirmó que el exjugador argentino seguirá internado en la Clínica Olivos, ubicada en el norte de Buenos Aires.
«Diego está muy bien, el posoperatorio fue muy bueno. Pero también hay una realidad. Al margen de esto, todos sabemos de Diego, vimos que él cursó algunos episodios de confusión. Lo asociamos a un cuadro de abstinencia. La idea es hacer un tratamiento de abstinencia, que creemos va a durar unos cuantos días», aseguró el médico.
Antes del parte vespertino, Luque hizo una interconsulta con Alfredo Cahe, el médico clínico de Diego Maradona por 33 años y quien fue a la Clínica Olivos para evaluar al exfutbolista, que el pasado viernes cumplió 60 años.
«Tenemos que conversar con Diego sobre qué es lo mejor para él. Cuando reciba el alta tiene que seguir con su posoperatorio en su casa y con su familia. Los valores de los estudios médicos son óptimos y normales, pero por ahora no está prevista el alta médica”, fueron las pocas palabras de Cahe al retirarse de la clínica.
Maradona fue internado el lunes en una clínica de La Plata por anemia, deshidratación y con un «bajón anímico», pero al someterse a chequeos más detallados se le diagnosticó un hematoma subdural del que se le hizo la intervención.
El viernes pasado Maradona estuvo en el estadio del Gimnasia y Esgrima La Plata, club al que dirige, para el inicio del partido ante Patronato, de la primera jornada del nuevo torneo argentino, pero se retiró a los pocos minutos visiblemente desmejorado y con problemas de movilidad.