El Santos, con un doblete de la joven promesa Kaio Jorge, uno de ellos a los once segundos de juego, avanzó este miércoles a las semifinales de la Copa Libertadores tras golear por 4-1 a un Gremio que se vio superado en todo momento por el huracán albinegro.
El conjunto paulista sigue firme en su sueño de conseguir la cuarta copa para un club envuelto en una grave crisis económica, pero que ha encontrado en su cantera la solución a sus problemas.
Con solo 18 años, el delantero Kaio Jorge, una de las mayores perlas del fútbol brasileño y que ya había marcado en el 1-1 del partido de ida, fue el gran protagonista de la goleada en el Vila Belmiro, que completaron el extremo Marinho y el defensa Laércio.
En este duelo de cuartos entre equipos brasileños, la velocidad, la juventud y la entrega del Santos noquearon al cuadro de Renato Gaúcho, que solo pudo descontar a diez minutos del final por medio de Thaciano.
El club de Pelé y Neymar vuelve así a unas semifinales del torneo más importante del fútbol sudamericano ocho años después. La última vez que pisó la penúltima instancia del torneo fue en 2012. Aquel año perdió ante el Corinthians de Tite, a la postre campeón. Ahora se citará con un club argentino: Boca Juniors o Racing Club.
Once segundos. Ese fue el tiempo que necesitaron los locales para poner la primera piedra de su implacable victoria.
Fue en una mala salida de balón del Gremio. Jean Pyerre retrasó para David Braz y de la nada apareció Kaio Jorge, que entró en el área, superó a Vanderlei y disparó al fondo de la red.
El joven del Santos, campeón mundial con la selección brasileña sub’17 el año pasado, anotó sin saberlo el quinto gol más rápido de la Copa Libertadores y el más rápido de un club brasileño.
El golpe inesperado dejó grogui al Tricolor de Porto Alegre, que se vio sobrepasado por el ímpetu del equipo local.
El ritmo del Santos era infernal. Gremio estaba perdido. El equipo se rompió en el centro del campo, lo que permitió que apareciera como una hiena por la banda izquierda Lucas Braga.
En uno de esos arreones, Braga se lanzó a la aventura con una galopada tremenda, dejó atrás a Orejuela, que se rompió intentando darle caza, y puso un centro raso para Marinho, que remató de primeras, fuerte, para firmar el segundo.
Un contragolpe de libro que dejó contra las cuerdas a los de Renato Gaúcho, que además tuvieron mala suerte. En la primera mitad se topó dos veces con la madera de la portería de John Víctor.
La primera tras una finalización sutil de Jean Pyerre y la segunda en un misil de Matheus Henrique que llegó a despejar con la punta de los dedos el meta albinegro.
El Santos también pudo irse al descanso con una renta mayor, pero Jobson no acertó en el área tras una cadena de fallos de la zaga visitante y Lucas Veríssimo cabeceó muy alto tras un córner.
En la reanudación, el Santos continuó al mismo nivel de revoluciones. Sandry avisó desde el balcón del área y Vanderlei desvió al tiro de esquina, donde el Gremio encontraría su sentencia.
Marinho puso el balón al primer palo, Madson desvió y Kaio Jorge, libre de marca, marcó el segundo en cuenta particular.
Renato Gaúcho metió más pólvora con la entrada del delantero argentino Diego Churín, y encontró un halo de esperanza con el tanto de Thaciano, que había salido desde el banquillo.
Pero dos minutos después, Laércio enterró toda ilusión para el Gremio.