Defensa y Justicia ganó la Copa Sudamericana y consiguió el primer título de su historia. No fue casualidad, sino que fue consecuencia de un excelente proceso que se terminó de coronar en el día de hoy.
En los últimos años, el equipo de Varela comenzó a ser reconocido por su buen fútbol. Podía salir bien o mal, pero se construyó una idea que continuó pese al cambio de entrenadores y también de jugadores.
El fútbol le dio su merecido premio y lo hizo en una jornada inolvidable. Desde que comenzó a rodar el balón, Defensa y Justicia mostró su mejor versión. Salió siempre jugando, tuvo una gran conexión entre los jugadores y fue un partido que reflejó lo que se vio en el semestre.
No le pesó tener que jugar una final y la posibilidad de conseguir un título. Quedó demostrado desde el comienzo y eso habla muy bien de Hernán Crespo. Son muchos los equipos que se traicionan en los momentos decisivos y es algo que no ocurrió con el Halcón.
Con muchos jugadores que llegaron cedidos de otros equipos, con un entrenador con poca experiencia, pero con un plantel que en su totalidad entendió a la perfección la idea que se buscaba. Hoy son campeones y es más que merecido.
Por otro lado, Crespo vivió su primera gran alegría como entrenador y promete tener una trayectoria con muchas alegrías. Es un técnico que siempre tuvo en claro cómo le gustaría que sean sus equipos y ahora se vio reflejado en el campo de juego. Coronarlo con un campeonato es la mayor satisfacción para los técnicos y seguramente habrá sido una de las máximas alegrías para el histórico delantero. Ahora se vienen tiempos de festejos y de pensar en lo que se viene: Suruga Bank, Recopa Sudamericana y la oportunidad de seguir haciendo historia.
