No solamente es un símbolo de futbol sino también de lucha social
Salah, de 29 años, fue el primer jugador egipcio en convertirse en campeón de la Premier League después de unirse al Liverpool en 2018 procedente de la Roma. El Liverpool busca cerrar un nuevo trato para mantener a Salah en el club.
Los egipcios ven al delantero como un signo de esperanza para un país golpeado por la pobreza y años de agitación política.