La oferta fue tan tentadora, que él no tuvo tiempo de estirar los plazos debido a los compromisos del equipo sueco -quien compite por un lugar en la Europa League- y por ende, debió armar las maletas de inmediato.
Sin tiempo para meditar el asunto, el jugador decidió tomar el primer vuelo hacia el país nórdico y dejó a su esposa en su país, sin poder estar con ella en el casamiento, que, a pesar del percance, no se canceló. La presentación de Buya Turay, prevista para el 22 de julio, se hizo sin problemas al igual que su debut en su nuevo equipo.