(Tomado del Diario La Nación).-La serie documental producida por Pegsa para Netflix, que narra el andar de la selección argentina en la Copa América de Brasil 2021, es sensación entre los futboleros que esperan con ansias el inicio del Mundial Qatar 2022, el próximo 20 de noviembre. Consta de tres capítulos y fue estrenada en la madrugada de este jueves 3 de noviembre.
En este sentido, el único sitio oficial para verla es la mismísima Netflix, para cuyo acceso se necesita ser suscriptor y tener una cuenta de acceso. Es popular también, que algunas personas puedan llegar a compartir esas cuentas, con distintos accesos, dependiendo del plan que abonen.
‘Sean Eternos: Campeones de América’ ya es un suceso en el que uno de los atractivos fundamentales es ver a Lionel Messi como nunca en su rol de líder y capitán del equipo, que asume la arenga previa a la final en el mítico Maracaná con una sencillez que emociona a sus hinchas, pero a la vez está colmada de motivación y agradecimiento.
La serie, lo que hay que saber
- La miniserie documental consta de tres capítulos y narra el camino de la selección argentina hacia la conquista de la Copa América, tras 28 años.
- Se estrenó este jueves 3 de noviembre a las 4 de la madrugada (hora argentina).
- Los episodios duran aproximadamente 40 minutos y se llaman de la siguiente manera: “Cuentas pendientes”, “Un equipo, un líder” y “A todo o nada”.
- Cuenta con el testimonio de los jugadores y el cuerpo técnico de ese plantel, pero también con el de futbolistas referentes a nivel mundial, como es el caso del uruguayo Luis Suárez, íntimo amigo de Lionel Messi y excompañero suyo en Barcelona.
- Se lo ve a Messi como nunca antes: el momento cumbre es su arenga antes de ingresar al estadio Maracaná, en el que le agradece a sus compañeros, los alienta, les pide confianza y hasta le atribuye a Dios el destino que les tocó.
- Está producida por la empresa de contenidos Pegsa, propiedad del excapitán de los Pumas y emblema del rugby argentino, Agustín Pichot.
- Genera un combustible emocional que no hace más que poner en evidencia (y en llamas) la devoción que ha generado la selección argentina desde la consagración con ese título tan deseado como esquivo.
