Irán arrestó el jueves a un destacado exmiembro de su equipo nacional de fútbol por sus críticas al gobierno mientras las autoridades lidian con las protestas en todo el país que han ensombrecido su competencia en la Copa del Mundo.
Las agencias de noticias semioficiales Fars y Tasnim informaron que Voria Ghafouri fue arrestado por “insultar a la selección nacional de fútbol y hacer propaganda contra el gobierno”.
Ghafouri, que no fue elegido para ir a la Copa del Mundo, ha sido un crítico abierto de las autoridades iraníes a lo largo de su carrera. Se opuso a una prohibición de larga data de mujeres espectadoras en los partidos de fútbol de hombres, así como a la política exterior de confrontación de Irán, que ha llevado a sanciones occidentales paralizantes.
Más recientemente, expresó su simpatía por la familia de una mujer de 22 años cuya muerte mientras estaba bajo la custodia de la policía de moralidad de Irán provocó las últimas protestas. En los últimos días, también pidió el fin de la represión violenta de las protestas en la región occidental de Kurdistán en Irán.
Los informes de su arresto se produjeron antes del partido de la Copa del Mundo del viernes entre Irán y Gales. En el partido inaugural de Irán, una derrota por 6-2 ante Inglaterra, los miembros de la selección nacional iraní se negaron a cantar su himno nacional y algunos fanáticos expresaron su apoyo a las protestas.
Las protestas comenzaron con la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una mujer kurda arrestada por la policía moral en la capital, Teherán. Rápidamente se convirtieron en manifestaciones en todo el país pidiendo el derrocamiento de la República Islámica. La región kurda occidental del país, de donde son tanto Amini como Ghafouri, ha sido el epicentro de las protestas. Las tiendas cerraron en la región el jueves luego de los llamados a una huelga general.
Las autoridades iraníes no han dicho si el activismo de Ghafouri fue un factor para no elegirlo para la selección nacional. Juega para el equipo Khuzestan Foolad en la ciudad suroeste de Ahvaz. El presidente del club, Hamidreza Garshasbi, renunció más tarde el jueves, informó la agencia de noticias semioficial ILNA, sin dar más detalles.
Las protestas no muestran signos de disminuir y marcan uno de los mayores desafíos para los clérigos gobernantes de Irán desde la Revolución Islámica de 1979 que los llevó al poder. Los grupos de derechos dicen que las fuerzas de seguridad han usado munición real desatada y disparos de pájaros contra los manifestantes, además de golpearlos y arrestarlos, con gran parte de la violencia capturada en video.
Al menos 442 manifestantes han muerto y más de 18.000 han sido detenidos desde el comienzo de los disturbios, según Human Rights Activists in Iran, un grupo que ha estado monitoreando las protestas.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó el jueves para condenar la represión y crear una misión de investigación independiente para investigar los presuntos abusos, en particular los cometidos contra mujeres y niños.
Las autoridades han culpado de los disturbios a potencias extranjeras hostiles, sin proporcionar pruebas, y dicen que los separatistas y otros grupos armados han atacado a las fuerzas de seguridad. Activistas de derechos humanos en Irán dicen que al menos 57 miembros del personal de seguridad han muerto, mientras que los medios estatales han informado de un número mayor.
Los manifestantes dicen que están hartos después de décadas de represión social y política, incluido un estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres. Las mujeres jóvenes han desempeñado un papel destacado en las protestas, quitándose el velo islámico obligatorio para expresar su rechazo al gobierno clerical.
Algunos iraníes están apoyando activamente a su propio equipo en la Copa del Mundo, asociándolo con gobernantes que ven como violentos y corruptos. Otros insisten en que la selección nacional, que incluye jugadores que se han expresado en las redes sociales en solidaridad con las protestas, representa a la gente del país.
El delantero estrella del equipo, Sardar Azmoun, quien ha hablado sobre las protestas en línea, estuvo en el banquillo durante el partido inaugural. Además de Ghafouri, otras dos ex estrellas del fútbol han sido arrestadas por expresar su apoyo a las protestas.
Otros atletas iraníes también se han sumado a la lucha.
La escaladora iraní Elnaz Rekabi compitió sin el velo obligatorio en una competencia internacional en Corea del Sur en octubre, una medida que se considera una expresión de apoyo a las protestas. Recibió una bienvenida de héroe por parte de los manifestantes al regresar a Irán, incluso cuando dijo a los medios estatales que la medida fue “involuntaria” en una entrevista que pudo haber sido otorgada bajo coacción.
A principios de este mes, la federación de fútbol de Irán amenazó con castigar a los jugadores de su equipo de fútbol playa después de que derrotara a Brasil en una competencia internacional en Dubái. Uno de los jugadores había celebrado después de marcar un gol imitando a una manifestante cortándose el pelo.
