En un humilde estadio ubicado entre los edificios de varios pisos de Kiev
La mediocampista Alina Kaidalovska recuerda los 60 segundos de silencio antes del comienzo de su primer partido en Kiev después de que huyó de Mariupol.
“Todo lo que sucedió en Mariupol inmediatamente pasó por mi cabeza”, dijo. Mientras los recuerdos inundaban su mente, recordó los edificios bombardeados y calcinados en la ciudad sitiada, el terror de huir y esconderse de los ataques rusos y la angustia de ver a la gente perder la vida.
En un humilde estadio ubicado entre los edificios de varios pisos de Kiev, ella y las otras jugadoras se reúnen durante dos horas todas las mañanas para entrenar. Saben que no ganarán el campeonato ucraniano de este año, pero siguen entrenando para que el equipo se mantenga a flote.