El segundo de Gundogan llegó de nuevo a pase de Mahrez.
Haaland pateó mal cuando volvió a marcar, pero tal era el dominio del City que pudo reírse de sí mismo por desperdiciar otra oportunidad.
Leeds hizo bien en mantener el marcador bajo, incluso si el final descarriado de Haaland jugó un papel en eso.
Tuvo un cabezazo salvado por Robles en la segunda mitad y luego vio un esfuerzo giratorio que pegó en el poste. Parecía tener la oportunidad de acabar con sus frustraciones cuando Phil Foden recibió una falta de Pascal Struijk en el área.
Haaland optó por darle a Gundogan el penalti, pero el disparo del centrocampista pegó en el poste.
Guardiola parecía furioso, y tenía más motivos para estar molesto cuando Rodrigo deslizó un tiro que superó a Ederson.