La arriesgada apuesta del Barcelona de hipotecar el futuro del club dio sus frutos el domingo, al menos a corto plazo, cuando un equipo dirigido por el recién llegado Robert Lewandowski logró su primer título de la liga española en cuatro años.
El Barcelona ganó su título de liga número 27, segundo después de los 35 del Real Madrid, a cuatro jornadas del final tras vencer 4-2 al Espanyol con un par de goles de Lewandowski.
Ahora el club finalmente puede comenzar un nuevo capítulo después de ganar su primer título importante desde la dolorosa salida de Lionel Messi hace dos años.
Así es como el Barcelona lideró la liga desde la jornada 13, dejando de lado a un Real Madrid posiblemente más talentoso y sin darle al Atlético de Madrid ninguna posibilidad de ponerse al día.
¿GANAR AHORA, PAGAR DESPUÉS?
Cuando el presidente del club, Joan Laporta, el hombre que contrató por primera vez a Pep Guardiola hace casi 15 años, regresó para un segundo período a cargo cerca del final de la temporada 2019-2020, encontró un club en ruinas.
La situación financiera del club con una deuda de 1.300 millones de euros (1.400 millones de dólares) hizo que Laporta no pudiera cumplir su promesa de convencer a Messi de que se quedara. En cambio, Laporta le dijo al mejor jugador del Barcelona que tenía que irse porque el club no podía pagarlo.
Entonces, la temporada pasada, después de ver al equipo ganar cero títulos, Laporta y su junta decidieron que era hora de tomar medidas drásticas. Vendieron el 25% de sus derechos televisivos de la liga española durante los próximos 25 años por 667 millones de euros (725 millones de dólares) junto con otros activos.
Ese efectivo se utilizó para renovar el equipo con las transferencias de Lewandowski, Jules Koundé, Raphinha y la contratación de los agentes libres Franck Kessie, Andreas Christensen y Marcos Alonso.
Aunque el Barcelona volvió a fracasar en la fase de grupos de la Liga de Campeones, además de perder ante el Manchester United al comienzo de los playoffs de la Europa League, volvió a poner al Barcelona en la contienda en la liga española.
LEWANDOWSKI
Lewandowski demostró que la ex estrella del Bayern Munich todavía tiene la capacidad de encontrar regularmente los agujeros en las defensas rivales cuando se le da solo un poco de espacio.
Lewandowski, de 34 años, no tuvo ningún problema para adaptarse a su nuevo equipo después de ocho exitosas temporadas con el Bayern. El delantero polaco lidera la liga española con 21 goles.
Raphinha sumó siete goles mientras compartía tiempo de juego con Ousmane Dembélé, que anotó seis veces en Liga antes de estar lesionado varias semanas.
TER STEGEN
Después de un par de años en los que el alemán parecía haber perdido su mejor forma, Marc-Andre ter Stegen volvió a jugar como el portero que ayudó al Barcelona a ganar su último título de la Liga de Campeones en 2015.
Mientras que Madrid lidera la liga en puntuación con 70 goles, Barcelona necesitó solo 64 goles para ganar el título gracias a su gran defensa que concedió 13 goles, el mínimo de la competencia.
Ter Stegen mantuvo 25 porterías a cero.
La zaga estuvo encabezada por Ronald Araújo, que aseguró que el Barcelona no se perdió el retiro a mitad de temporada de Gerard Piqué. Araújo fue el mejor defensa en el uno contra uno del Barcelona, especialmente ante el madrileño Vinícius Júnior en sus partidos de “clásico”.
FUTURO BRILLANTE
La mejor noticia para el Barcelona es que su futuro parece asegurado tras el continuo crecimiento de sus titulares más jóvenes.
Los centrocampistas Gavi Páez (18) y Pedri González (20) han ganado los últimos dos premios Golden Boy a los mejores jugadores sub-21 de Europa, mientras que Alejandro Balde (19) desplazó al titular Jordi Alba como la opción preferida de Xavi como lateral izquierdo esta temporada. .
¿QUE SIGUE?
Barcelona se enfrenta a una pretemporada incierta, incluso sin considerar la posibilidad de que Messi rechace ofertas más lucrativas, digamos de Arabia Saudita, y regrese del Paris Saint-Germain.
El club apenas pudo cumplir con las estrictas reglas de control financiero de la liga española la temporada pasada a tiempo para registrar a todos sus jugadores, y se avecinan algunas noches más para los tenedores de libros de Barcelona.
El club aún necesita reducir su carga salarial, y eso significa que podría tener que vender jugadores.
No sería de extrañar que el club tuviera que barajar ofertas por Raphinha y Dembélé, ambos de banda derecha, el delantero Ansu Fati o incluso el centrocampista Frenkie de Jong, a quien el club quería vender el pasado verano.
También tendrá que encontrar un reemplazo para el director deportivo Mateu Alemany, uno de los principales artífices de la reconstrucción de Barcelona la temporada pasada, luego de su sorprendente decisión anunciada a principios de este mes de que se retiraba.
Entre sus necesidades apremiantes en el equipo está cómo reemplazar al mediocampista de contención Sergio Busquets, quien anunció la semana pasada que dejará el club este verano.
La próxima temporada el equipo y su afición tendrán que adaptarse a jugar en un estadio más pequeño mientras se renueva el Camp Nou. Más allá de la menor venta de entradas, el movimiento temporal también pondrá a prueba la fortaleza local de Barcelona: el Camp Nou tiene capacidad para 98.000, en comparación con los 56.000 del Estadio Olímpico.
