No aparece tanto en la transición ofensiva.
No aparece tanto en la transición ofensiva. Ni por una banda ni por otra. Sí en el área. Hasta el minuto 43, no se intuyó nada relevante. Su cabezazo entonces, posteriormente invalidado por fuera de juego, sólo obtuvo respuesta en el pie derecho de Runarson, cuya fantástica parada, más propia de balonmano o de fútbol sala, tan cerca como estaba el astro portugués, expresó todos los reflejos del guardameta.
La mejor ocasión del primer tiempo. De Portugal e Islandia. Y casi del partido, hasta el citado gol de Cristiano.
El conjunto local no fue sólo un admirador de la posesión de su adversario. Ni lo aguardó sin más en su terreno. Sí lo hizo más en la segunda parte. Y aún más cuando se quedó en inferioridad. Antes, se atrevió a llegar. Un remate fuera de Palsson, un cabezazo de Hordur Magnusson a las manos de Diogo Costa, algunos acercamientos al área… Suficiente para anunciar competencia en cada lance.