https://www.futbolmundial.com/ Ante su posible destitución, el presidente de la Federación Española de Fútbol se negó el viernes a dimitir a pesar del revuelo que causó cuando besó en los labios a una jugadora tras la final del Mundial femenino.
“No renunciaré”, declaró Luis Rubiales cuatro veces seguidas en una asamblea general de emergencia de la federación.
Rubiales, de 46 años, que también fue reprendido por agarrarse la entrepierna tras la victoria de España por 1-0 sobre Inglaterra el domingo, está bajo una inmensa presión para dejar su puesto después de que agarró y besó a la jugadora de la selección femenina Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de premios en Sydney, Australia.
La acción empañó las celebraciones del título frente a una audiencia global y las críticas han aumentado constantemente. El primer ministro en funciones de España, los sindicatos de jugadores, las jugadoras de la selección femenina de España e incluso algunos jugadores de equipos masculinos han dicho que debe irse.
Luis Rubiales se negó el viernes a dimitir a pesar del revuelo que causó cuando besó en los labios a una jugadora
Varios medios de comunicación españoles informaron el jueves que Rubiales dimitiría. En cambio, se mantuvo desafiante el viernes, afirmando ante la asamblea de la federación que el beso fue “mutuo y con el consentimiento” de Hermoso y que éste es víctima de una caza de brujas por parte de “falsas feministas”.
Fue aplaudido por la abrumadora asamblea masculina.
Mientras Rubiales se mantuvo firme, el vicepresidente de la federación, Rafael del Amo, quien había estado a cargo del fútbol femenino, anunció su renuncia, seguido por al menos otros dos miembros de la federación. Del Amo había instado a Rubiales a dimitir también.
Entre quienes apoyaron a Rubiales se encontraban el entrenador de la selección nacional femenina, Jorge Vilda, y el entrenador de la selección nacional masculina, Luis de la Fuente. Hasta la asamblea del viernes, no había recibido apoyo público en España, con partidos políticos tanto de izquierda como de derecha hablando en su contra.
La federación de fútbol respondió primero al escándalo emitiendo un comunicado en el que Hermoso restó importancia a la acción de Rubiales. Sin embargo, más tarde, el sitio web deportivo Relevo.com informó que la federación la había obligado a hacer la declaración. La federación lo negó a The Associated Press.
Hermoso había dicho en un vídeo difundido en las redes sociales tras el beso del pasado domingo que “no me gustó, pero ¿qué puedo hacer?”. Posteriormente, su sindicato de jugadores emitió un comunicado en su nombre diciendo que defendería sus intereses y garantizaría que el acto “no quede impune”.
En su discurso ante la asamblea del viernes, Rubiales dijo que Hermoso “me levantó” en un gesto de celebración y le pidió “un besito”. Y ella dijo si.»
“El beso fue el mismo que le podría dar a una de mis hijas”, dijo Rubiales.
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La retransmisión televisiva de la entrega de medallas no mostró los primeros momentos en los que Rubiales felicitó a Hermoso. Pero sí muestra que sus pies estaban en el suelo antes de sostenerle la cara y besarla.
Rubiales dijo que defendería su honor ante los tribunales contra políticos, incluidos dos ministros, que calificaron su beso como un acto de violencia sexual. Una de ellas fue la viceprimera ministra en funciones, Yolanda Díaz, quien instó al gobierno a tomar “medidas urgentes”.
“Se acabó la impunidad por acciones machistas”, afirmó Díaz. “Rubiales no puede continuar en el cargo”.
Alexia Putellas, compañera de Hermoso y dos veces ganadora del Balón de Oro como mejor jugadora del mundo, publicó un mensaje de apoyo en X, antes conocido como Twitter.
«Esto es inaceptable», escribió el jugador del Barcelona. “Estoy contigo, mi compañera, Jenni Hermoso”.