https://www.futbolmundial.com/ Rodrygo Goes, delantero del Real Madrid, ha recibido en los últimos días insultos racistas en sus redes sociales tras protagonizar un enganchón con Lionel Messi durante el partido entre Brasil y Argentina jugado el martes en el Maracaná.
En la última publicación del extremo, del pasado 11 de noviembre, decenas de usuarios le recriminan haber llamado «cobardes» a los jugadores argentinos por marcharse del campo tras los incidentes registrados en la tribuna del estadio entre hinchas de ambas selecciones.
Entre esas decenas de comentarios, hay algunos de tinte racista que incluyen emoticonos de monos y bananas.
Rodrygo Goes ha recibido en los últimos días insultos racistas en sus redes sociales
Rodrygo denunció este jueves lo sucedido: «Los racistas están siempre de guardia. Mis redes sociales han sido invadidas con ofensas y todo tipo de absurdos».
«Si no hacemos lo que ellos quieren, si no nos comportamos como ellos creen que debemos hacerlo, si vestimos algo que les molesta, si no agachamos la cabeza cuando nos atacan, si ocupamos espacios que ellos creen son solo suyos, los racistas entran en acción con su comportamiento criminal», dijo el internacional brasileño.
El partido entre Brasil y Argentina, correspondiente a la sexta jornada de las eliminatorias suramericanas para el Mundial 2026, empezó con casi media hora de retraso debido a la trifulca que hubo entre ambas aficiones, lo que obligó a intervenir a la policía.
Los jugadores de la Albiceleste se llegaron a retirar a los vestuarios y sólo regresaron al césped del Maracaná diecisiete minutos después, cuando la situación ya estaba bajo control.
Fue en ese momento cuando Rodrygo y Messi tuvieron un encontronazo en el cual, según la emisora argentina TyC Sports, el brasileño habría llamado «cobardes» a los futbolistas argentinos.
De acuerdo con el citado medio, el camisa 10, que llegó a agarrar del cuello al exjugador del Santos, le respondió que son «campeones del mundo» y le dijo que «cerrara la boca».
Argentina ganó por 0-1 en la que fue la primera derrota en casa de Brasil en una fase clasificatoria para un Mundial.