Juegos de alto riesgo
Jugadores de la selección canadiense de fútbol participan hoy, lunes 28 de marzo de 2016, en un entrenamiento en Ciudad de México, previo a su encuentro de mañana ante México en el Estadio Azteca por un partido del grupo A de las eliminatorias de la Concacaf al Mundial de Rusia 2018. EFE
El partido de Inglaterra contra Serbia el 16 de junio en Gelsenkirchen destaca porque ambos grupos de aficionados tienen un historial de violencia nacional e internacional.
La Eurocopa 2016 en Francia se vio empañada por la violencia cuando hooligans rusos recorrieron Marsella atacando a los aficionados ingleses. Muchos hooligans ingleses conocidos estuvieron ausentes porque a más de 2.000 se les prohibió viajar. Pero muchas de esas prohibiciones habrán transcurrido antes de la Eurocopa 2024.
La ubicación de Gelsenkirchen en la región del Rin-Ruhr podría ser un factor. Los aficionados que se alojen en Colonia podrán llegar a Gelsenkirchen en una hora. Quienes se alojen en Düsseldorf, Wuppertal, Essen o Duisburg están aún más cerca y podrán llegar en coche.
El periódico británico The Daily Telegraph, citando la inteligencia de la policía alemana, informó el martes que hasta 500 hooligans serbios planeaban llegar.
Otros juegos de alto riesgo involucran a Polonia, Croacia, Rumania, Países Bajos y República Checa.
Los hooligans de Polonia se encuentran entre los más violentos de Europa. En noviembre pasado, la policía arrestó a 46 aficionados del Legia Varsovia antes de un partido de la Europa Conference League contra el Aston Villa. Cuatro policías resultaron heridos.
Los equipos alemanes, como el Eintracht Frankfurt o el Schalke 04 de Gelsenkirchen, pueden buscar la confrontación cuando los equipos juegan en su ciudad.
