Un ambiente de primera se vivía bajo una temperatura cercana a los 38 grados centígrados y un nivel de humedad sumamente alto.
Era la tormenta que precedía la calma con ambas aficiones en convivencia tranquila, pero todo se salió de control cuando cientos de pseudo hinchas colombianos decidieron intentar entrar sin pagar boleto.
La reacción de los elementos de seguridad del estadio Hard Rock y de los agentes de la Oficina del Alguacil del Condado de Dade, fue enérgica, y se decidió cerrar todos los accesos en el estadio, pagando justos por pecadores.
Ante el calor y la aglomeración las autoridades decidieron dejar entrar a una cantidad indeterminada de personas sin checar si tenían boleto o no, lo cual provocó que el estadio luciera saturado, además de que Conmebol informaba que el inicio del partido se retrasaba 45 minutos de la hora original.
Esto mientras la música no dejaba de sonar con los DJs que Conmebol llevo para ambientar el evento.