Noche mágica en Paris
“Sobrevivimos a la lluvia, pero no arruinó nuestra diversión”, dijo la jugadora de voleibol de playa estadounidense Kelly Cheng. “Esta fue una de las noches más mágicas de nuestras vidas”.
A pesar del clima, las multitudes abarrotaron las orillas y los puentes del Sena y vieron desde los balcones, “ooh” y “aah” mientras los equipos olímpicos desfilaban en botes por el canal que se volvía cada vez más picado.
Muchos de los cientos de miles de espectadores se acurrucaron bajo paraguas, ponchos de plástico o chaquetas mientras las lluvias se intensificaban, otros bailaron y cantaron, y algunos corrieron de sus asientos para refugiarse.
“La lluvia no puede detenernos”, dijo la estrella del baloncesto estadounidense LeBron James, que llevaba un poncho de plástico junto con la otra abanderada estadounidense, la tenista Coco Gauff.
