La presencia de Lionel Messi en la MLS ha desatado una fiebre sin precedentes, obligando al astro argentino a contar con seguridad privada para protegerse de los aficionados más apasionados. Desde su llegada a Inter Miami, su guardaespaldas personal, Yassine Cheuko, ha sido una figura clave en su entorno. Sin embargo, la MLS ha tomado la decisión de prohibir su presencia en los estadios, incluyendo el Chase Stadium, donde juega Inter Miami.
Razones detrás de la prohibición de Yassine Cheuko
Desde que Messi llegó a la MLS, Yassine Cheuko ha estado en el centro de la atención mediática. Sin embargo, la liga ha determinado que su presencia en los estadios no es permitida. Ante esto, el propio Cheuko reaccionó con indignación:
“Trabajé en Europa durante siete años en la Ligue 1 y la Champions League, y solo seis personas invadieron el campo. Vine a Estados Unidos y en 20 meses, ya han sido 16. Yo no soy el problema. Déjenme ayudar a Messi.”
Esta declaración evidencia su frustración, ya que considera que la seguridad en los estadios de la MLS no es lo suficientemente efectiva para proteger a Messi.
Messi sin su guardaespaldas: ¿Un problema de seguridad?

Cheuko ya había señalado anteriormente la falta de control por parte del personal de seguridad de la liga. En febrero, criticó la gestión de los estadios afirmando que no era su responsabilidad frenar a los aficionados que invaden el campo, sino que esto debía recaer en la seguridad contratada por la MLS.
En una entrevista con House of Highlight, Cheuko defendió su experiencia en Europa y su actual rol en Concacaf, donde seguirá trabajando en la ConcaChampions.
“Me encanta la MLS y Concacaf, pero debemos trabajar juntos. No soy mejor que nadie, pero tengo mucha experiencia en Europa. Entiendo la decisión, pero podríamos hacerlo mejor.”
Conclusión

La prohibición de Yassine Cheuko en los estadios de la MLS ha generado controversia. Mientras algunos consideran que es una medida adecuada para la gestión de la seguridad, otros creen que podría poner en riesgo a Messi ante la euforia de los aficionados. Lo cierto es que, sin su guardaespaldas, el astro argentino enfrentará un nuevo desafío en su paso por el fútbol estadounidense.
