Montevideo, 23 oct (EFE).- El uruguayo Diego Aguirre se convirtió en una leyenda del Peñarol cuando en 1987 marcó el gol que le dio la última Libertadores al conjunto carbonero.
«Un momento mágico» que cambió su vida y le permitió «entrar en la historia» del club, dijo a Efe en Montevideo casi 28 años después de aquella jugada el 31 de octubre de 1987.
Faltaban 15 segundos para llegar al término de la prórroga de la final de la Libertadores contra el América de Cali que se jugaba en el estadio Nacional de Santiago de Chile, cuando un zurdazo suyo puso final feliz para los uruguayos.
El delantero Aguirre tenía entonces 22 años y con su gol los Carboneros conquistaron por quinta vez la Libertadores. Recordar ese momento, ahora con 50 años, le arranca una sonrisa.
«Han pasado muchos años y, sin duda, es de las cosas más lindas, o tal vez la más linda, que me ha pasado en mi vida deportiva. Fue un momento mágico. Creo que no hay un solo hincha de Peñarol que no lo recuerde», dijo el ahora entrenador en una entrevista con Efe en su natal Montevideo.
En aquella época el reglamento de la Libertadores establecía un tercer partido en cancha neutral si los de ida y vuelta terminaban con equilibrio en puntos.
El Peñarol llegaba a aquel partido en el Estadio Nacional de Santiago, donde curiosamente conquistó sus tres últimos títulos de Copa Libertadores, con una derrota por 2-0 en el partido de ida en Colombia y con una victoria por 2-1 en Uruguay.
Como el partido terminó con igualdad al final de los 90 minutos, se jugaba una prórroga de 30 minutos que, de haber finalizado sin ganador, habría consagrado campeón al América debido a su favorable saldo de goles.
A 15 segundos para llegar al minuto 120 del partido, cuando los aficionados del América de Cali acariciaban el sueño de proclamarse campeones por primera vez, apareció como una exhalación desde la banda izquierda el 9 de Peñarol, que mandó el balón al fondo de las redes con un zurdazo desde el borde del área.
El América había perdido las finales de 1985 y 1986. La de 1987 parecía que sí se le daría al club colombiano.
«Te cambia bastante la vida. Te da algo muy lindo que es el reconocimiento de la gente, el agradecimiento, el orgullo de haber vestido la camiseta de Peñarol y de tener esa identificación con el club, que lo marcó aquella final, aquella Libertadores. Hoy se lo puedo transmitir a mis hijos y hablar de aquel momento. Son cosas mágicas que te da el deporte», aseguró Aguirre.
Al mando de aquel equipo estaba el actual entrenador de la selección uruguaya, ‘el Maestro’ Oscar Washington Tabárez, a quien Aguirre destacó como uno de los técnicos que más han marcado su carrera junto a Roque Gastón Máspoli (1917-2004), el portero de la Celeste que participó en ‘el Maracanazo’.
«Nos hizo entrar en la historia, como grupo, como equipo, y son esas cosas tan increíbles que te puede dar el fútbol y que hace que seas parte de la historia de Peñarol», dijo de Tabárez
Después de aquello, Aguirre jugó en clubes de Grecia, Brasil, España, Argentina, El Salvador y Chile.
«La pelota me ha llevado por todos lados y soy un agradecido porque me considero un privilegiado», afirmó.
A pesar de que han pasado casi tres décadas desde que grabó su nombre en la historia del equipo Carbonero, Aguirre sigue viviendo de su pasión y valora su condición de entrenador como una responsabilidad «mucho más grande» que la de vestirse de corto.
«Tienes que tomar decisiones que no son fáciles, que involucran a personas, a familias. Es difícil porque te involucras sentimentalmente y a su vez tienes que ser frío para las cosas que haces. Es otra historia totalmente distinta», dijo el extécnico del Al-Rayyan catarí y el Internacional brasileño.
Aguirre dirigió al Peñarol hasta el final de la Copa Libertadores de 2011. Pero la suerte no le sonrió como en la de 1987. Cayó ante el Santos brasileño.
Otra ‘espinita’ que tiene clavada le quedó de su etapa de jugador. La pérdida del título de la Copa Intercontinental de 1987 ante el Oporto.
Por ello, uno de sus objetivos es hacer que Peñarol vuelva a ganar la Copa Libertadores para, luego, conquistar ese torneo.