Redacción Deportes, 27 oct (EFE).- El sudafricano Tokio Sexwale, aspirante a la presidencia de la FIFA, dijo hoy que después de haber pasado un tiempo dentro de la misma está «más que preparado» para desempeñar ese papel en una organización «severamente dañada».
«Se trata de un voto de confianza de personas a las que solo puedo decir que comprendan quien soy yo y lo que seré capaz de traer al fútbol. La FIFA, la organización de un juego precioso, está dañada. La marca está severamente debilitada», dijo.
En una conferencia de prensa ofrecida hoy, Sexwale confirmó hoy su candidatura a la presidencia de la FIFA, en las elecciones que se celebrarán el 26 de febrero del año próximo, para determinar al sucesor del suizo Joseph Blatter, máximo responsable desde 1998.
«Después de pasar un tiempo dentro de la FIFA, estoy más que preparado para ello» comentó Sexwale, quien tiene previsto viajar a El Cairo para recabar el apoyo de la Confederación Africana de Fútbol (CAF).
Sexwale anunció el pasado día 24 su decisión de optar a la presidencia de la FIFA y está a la espera de que ésta valide su candidatura, una vez que ayer expiró el plazo para la presentación de la documentación necesaria.
Es empresario y antiguo activista contra la política de segregación racial, lo que le hizo pasar trece años en la prisión de Robben Island, junto al fallecido Nelson Mandela, en la época del «apartheid» en Sudáfrica.
Después de esto fue ministro de Vivienda del gobierno sudafricano e integrante del comité de la candidatura de Sudáfrica al Mundial 2010. Actualmente es asesor de la FIFA contra el racismo y ha conducido las conversaciones entre las federaciones de Israel y Palestina.
Su candidatura, pendiente de la confirmación y validación por la Comisión Electoral Ad-hoc, se suma a las de Michel Platini, presidente de la UEFA actualmente suspendido durante 90 días, Jerome Champagne, Ali Bin Al Hussein, David Nakhid, Musa Bility, Sheikh Salman bin Ebrahim Al Khalifa y Gianni Infantino.
La sanción forma parte de una investigación a Joseph Blatter, presidente de la FIFA desde 1998, después de que la Fiscalía Suiza le haya imputado por sospechas de gestión desleal y abuso de confianza, que incluye un pago de dos millones de francos suizos (unos dos millones de euros al cambio de hoy) a Platini «en perjuicio de la FIFA».
El dinero estaba destinado «supuestamente» a trabajos realizados entre 1999 y 2002, aunque el pago fue realizado en 2011.