Roma, 1 nov (EFE).- El presidente de la Federación italiana de Fútbol (Federcalcio), Carlo Tavecchio, se vio hoy envuelto en la polémica después de que se publicara una grabación en la que realiza declaraciones despectivas contra judíos y homosexuales.
Así puede escucharse en una grabación difundida por «Il Corriere della Sera» y en la que Tavecchio conversa con el periodista Massimiliano Giacomini, quien ha hecho público su contenido.
Durante la charla, Tavecchio pregunta a Giacomini por la condición sexual de un dirigente deportivo y al conocer su homosexualidad dice: «Mantenedles (a los gais) lejos de mí. Yo soy normalísimo».
Asimismo habla en tono despectivo sobre los judíos y, aunque afirma no tener nada en contra de ellos, opina que es «mejor tenerles vigilados».
«Yo no tengo nada en contra de los judíos, soy el primero en apoyarles (…) Yo era el director de 28 filiales en Lombardía y había 3 que iban mejor, las dirigidas por judíos. Pero es mejor tenerles vigilados», afirma el dirigente, secundado entre risas por el periodista.
Tavecchio se ha defendido en declaraciones a los medios y ha asegurado ser «víctima de un chantaje» por parte del periodista, que ha decidido publicar la entrevista ahora a pesar de que la hizo en junio porque -dice- no se había percatado antes de estas frases.
«Me reuní con una persona que conozco desde hace tiempo y a quien no he concedido, como pedía, financiación para su actividad editorial y la posibilidad de utilizar la Federación como vehículo para obtener ayudas europeas», señaló Tavecchio al «Corriere».
Y añadió: «Tengo óptimas relaciones con la comunidad judía, no solo de naturaleza deportiva, y he apoyado la posición de Israel en el último Congreso de la FIFA».
Tavecchio ha sido criticado en varias ocasiones por realizar polémicas declaraciones.
En julio de 2014, cuando aún era candidato a presidir la Figc, mostró dudas sobre la supervisión en el «calcio» de los futbolistas africanos, a quienes se refirió con un comentario xenófobo.
«Inglaterra estudia si los futbolistas que llegan al país cumplen con la profesionalidad necesaria para poder jugar. Aquí, en cambio, llega un ‘Opti Poba’ que antes comía plátanos y ahora juega de titular en el Lazio», dijo por entonces.
Una declaración, esta, que no le impidió alcanzar la presidencia del fútbol italiano poco después pero por la que recibió una sanción por racismo que le impidió ocupar puesto alguno en la FIFA durante seis meses.