Londres, 17 nov (EFE).- El partido de esta noche en el estadio londinense de Wembley entre las selecciones de Inglaterra y Francia no será «un amistoso normal» tras los atentados del viernes en París, afirmó hoy el entrenador inglés, Roy Hodgson.
Las dos selecciones, que acordaron no suspender el encuentro, disputarán el amistoso en medio de fuertes medidas de seguridad a raíz de los ataques de París, entre cuyos objetivos estuvo el fútbol al explotar dos artefactos ante el Stade de France.
En unas declaraciones a los medios, Hodgson dijo que esta noche hay algo «más que un partido de fútbol» y admitió que nunca vio tanta expectativa como ante este partido.
Se espera que los aficionados ingleses canten el himno nacional francés, La Marsellesa, en señal de solidaridad con las víctimas de los atentados, algo no visto antes en este país, sobre todo por la vieja rivalidad futbolística entre los dos equipos.
Durante el encuentro, el gran arco de Wembley será iluminado de azul, rojo y blanco, los colores de la bandera de Francia y los asistentes cumplirán con un minuto de silencio.
Las pantallas instaladas fuera del estadio ya han mostrado estos días el lema francés de «libertad, igualdad y fraternidad».
El palacio de Kensington ya ha confirmado que el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, asistirá al partido en señal de solidaridad con Francia, a pesar de que en un principio no estaba previsto que lo hiciera.
La Federación de Inglaterra (FA) ha informado de que se espera que el estadio, con capacidad para 90.000 personas, esté casi al completo pues hubo un aumento de las ventas de entrada desde los atentados de París y menos de 100 han sido devueltas.
La FA ha pedido a los aficionados que acudan al estadio con bastante tiempo de anticipación porque habrá controles de seguridad.
El consejero de la FA, Martin Glenn, ha indicado que la condición para disputar el partido era garantizar la seguridad, además de que la elección francesa quisiera participar en el encuentro.
«Ellos (los franceses) querían jugar, principalmente por razones simbólicas, y nosotros estuvimos de acuerdo en cumplir con esas condiciones», añadió Glenn.
El partido tendrá un «significado global», pues se trata del primer gran evento que tiene lugar desde los ataques del viernes.
«Es una oportunidad de demostrar que el terrorismo no puede ganar. No podemos permitirnos dejar que este acto de terror nos acobarde», apostilló.
Por su parte, el capitán de la selección de Inglaterra, Wayne Rooney, admitió sentirse «enfermo» tras enterarse de los ataques y confió en que lo sucedido en París no vuelva a repetirse.
La Policía Metropolitana de Londres tiene previsto desplegar en Wembley más agentes de lo previsto inicialmente.