Madrid, 18 ene (EFE).- James Rodríguez representa para Zinedine Zidane el primer trabajo psicológico a desarrollar con un jugador del primer equipo del Real Madrid desde que es entrenador, tras un gesto que no gustó al técnico francés ante el Sporting de Gijón que mostró el pesar del colombiano tras encadenar dos suplencias.
La llegada de Zidane no ha cambiado el momento de James, que acabó siendo suplente con Rafa Benítez y molesto por ver como se filtraban rumores sobre un exceso de peso.
El estado físico del colombiano es uno de los aspectos que más preocupa a Zizou, que acabó reconociendo su sorpresa por la mala preparación del equipo en su última comparecencia tras golear al Sporting de Gijón.
James vio cómo Isco Alarcón es la primera apuesta de Zidane, por delante de él en un 4-3-3 que mantenía como intocables a los tres de arriba, el galés Gareth Bale, el portugués Cristiano Ronaldo y el francés Karim Benzema. Así ocurrió ante el Deportivo de la Coruña y se repitió frente al Sporting de Gijón.
En la víspera del último partido de Liga Zidane no desveló si James sería titular o suplente, pero todo hacía indicar a que habría rotación con Isco para que cada uno mostrase su nivel el día de su oportunidad. No fue así y el centrocampista colombiano fue el único jugador de los suplentes madridistas que no saltó al césped del Santiago Bernabéu a realizar el rondo mientras calentaban los titulares.
La lesión muscular del galés Gareth Bale podía dar la oportunidad a esperada a James, que en el minuto 44 comenzó a calentar junto a Jesé Rodríguez. Zidane ordenó que ambos siguiesen en el descanso y finalmente se decidió por Jesé para no tocar su sistema 4-3-3.
Según captaron las cámaras de La Sexta y Cuatro, la reacción de James fue dejar de calentar. Zidane no se dio cuenta de inicio y cuando iniciada la segunda parte se cercioró de la presencia del colombiano sentado en el banquillo, mostró con mala cara su sorpresa y le mandó a calentar inmediatamente.
Acabó jugando 21 minutos, con el partido decidido y la goleada sentenciada para el Real Madrid, y se mostró con ansiedad de brillar. Perdió hasta seis balones y fue protagonista de una acción extraña en la que acabó rematando en el tobillo de Benzema y provocando el cambio de su compañero.
El martes, el Real Madrid inicia una semana de trabajo para que Zidane reconduzca la situación de un futbolista que ha pasado de ser clave en el Real Madrid y protagonizar goles de bella factura, a instalarse en un segundo plano en el que ha quedado demostrado que no se encuentra cómodo.
Será el primer trabajo psicológico de Zizou en el primer equipo, con la puerta abierta del hueco que dejará en el equipo titular la lesión muscular en el sóleo derecho de Bale. El técnico francés debe decidir si pasar a jugar con cuatro centrocampistas y dar la oportunidad de volver a brillar a James que, mientras tanto, debe ganarlo en los entrenamientos y mejorar su tono físico.