Berlín, 30 abr (EFE).- El Bayern prolongó este sábado lo que ya puede considerarse una costumbre al coronarse campeón de la Bundesliga con su victoria a domicilio ante el Ingolstadt por 2-1.
Se trata de la cuarta Bundesliga consecutiva que gana el Bayern -lo que constituye un nuevo récord pues nunca otro equipo lo había logrado- y la tercera en la era de Pep Guardiola que se acerca a su final.
El último entrenador del Bayern que había logrado ganar tres Bundesligas consecutivas había sido Ottmar Hitzfeld, entre 1999 y 2001. De Hitzeld es una frase según la cual si una temporada termina sin que el Bayern haya ganado al menos un título quiere decir que el entrenador no había cumplido con su deber.
Guardiola, aunque le quedó la Liga de Campenes como asignatura pendiente, ha cumplido con su deber en lo que a la Bundesliga se refiere con un pleno absoluto.
La más disputada ha sido la actual y la soberanía con que se ha impuesto el Bayern en Alemania en las tres temporadas de Guardiola -y en la anterior en la que había ganado el ‘triplete’ con Jupp Heynckes- hacen que los triunfos tiendan a no valorarse lo suficiente.
Se da por hecho que cada partido tiene que desembocar en una victoria. Guardiola, ya en su primer año, declaró que en Múnich sólo valía el ‘triplete’ aunque, tras las derrotas sucesivas en semifinales, también ha recordado que el Bayern sólo lo ha logrado una vez en toda su historia.
El valor que tiene la hegemonía ejercida en los últimos cuatro años si se establece una comparación con los cuatro años anteriores al año del triple.
Entre las temporadas 2008/2009 y 2011/2012 el Bayern sólo ganó una vez la Bundesliga. Las dos Bundesligas anteriores al triple las había ganado el Borussia Dortmund, ejerciendo además una dictadura sobre el resto casi similar a la que ha ejercido el Bayern en los últimos cuatro años.
Guardiola llegó al Bayern justo después de que el ‘triplete’ hubiera hecho olvidar esa fase de sequía en la que ganar la Bundesliga había dejado de ser una costumbre.
Ahora la hegemonía no sólo ha regresado, sino que se ha hecho más fuerte que en el pasado. En la era Hitzfeld, por ejemplo, el Bayern ganó varias veces la Bundesliga en la última jornada. En 2001 incluso en el descuento del último partido.
En esta temporada el Bayern se ha coronado campeón a falta de una jornada para el final y a algunos seguidores jóvenes les parece que ha sido demasiado tarde. En las últimas tres temporadas el Bayern se había coronado campeón antes.
Si este año los bávaros no pudieron rematar la Bundesliga con anterioridad, se debió en buena parte al Borussia Dortmund, que tiene más puntos que los que tenía en 2012 -cuando salió campeón- a esta altura de la temporada.
El Bayern no se dejó casi puntos por el camino, sólo ha encajado dos derrotas y ha cedido tres empates, y sacó ventaja ya en el primer enfrentamiento directo con el Dortmund, que liquidó con un incontestable 5-1.
Las razones de la hegenomía actual tiene que ver en buena parte con la superiodad que muestra el Bayern casi en cada posición con respecto a otros equipos alemanes. Y a eso se agrega un fondo de armario que permite dosificar fuerzas con rotaciones y tener soluciones ante rachas de lesiones.
Sin embargo, eso casi siempre ha sido así y hasta ahora siempre ha ocurrido que en algún momento el equipo caía en la trampa de la autocomplacencia y en un agujero de falta de motivación y eso era aprovechado por otro equipo para ganar la Bundesliga.
Cuando llegó Guardiola, con el triple todavía fresco, el peligro de la autocomplacencia era grande. Para muchos, la llegada del catalán fue una de las cosas que logró que ese peligro se conjurase.
Ganar la Bundesliga se ha hecho para el Bayern más costumbre que nunca, una especie de rutina que cumple con el deseo expresado una vez por Uli Hoeness que dijo que quería que los otros equipos tuvieran que usar un telescopio para ver lo lejos de ellos estaba el Bayern.