Bogotá, 30 jul (EFE).- El fútbol colombiano vive un momento fulgurante, el mejor de su historia a nivel de clubes, con los títulos más importantes del continente, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana en sus vitrinas.
El título de la Libertadores de América que alcanzó Atlético Nacional el pasado miércoles y el de Independiente Santa Fe en la Copa Sudamericana el 9 de diciembre de 2015 certifican que Colombia es actualmente el mandamás de los torneos organizados por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Nacional, que además es el máximo ganador de títulos del fútbol local, con 15, conquistó el segundo de la Libertadores frente al Independiente del Valle de Ecuador, mientras que Santa Fe se coronó campeón de la Sudamericana, el primero de este torneo para Colombia, al imponerse en la final al Huracán de Argentina.
«Esto no se produce de la noche a la mañana, esto es fruto de un proceso que se ha venido construyendo muy juiciosamente en los clubes profesionales, que con sus categorías menores han venido formando a los futbolistas», manifestó a Efe el presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), José Fernando Perdomo.
El dirigente agregó que es «el reconocimiento a un trabajo de largo aliento que se ha venido desarrollando desde las ligas y en nuestros clubes, que en sus dos categorías A y B, están generando este buen nombre del fútbol colombiano».
El buen momento se ve también en la ingente cantidad de futbolistas del país que fichan por clubes del exterior, muchos de los cuales destacan en grandes ligas europeas, como la española o la italiana.
«Anteriormente teníamos que pasar por un filtro de Argentina, o de México para llegar al mercado europeo, ahora la calidad del futbolista colombiano y su talento es reconocido, y permanentemente están saliendo a las grandes ligas de Europa vendidos directamente por sus clubes de origen», afirmó el presidente de la Dimayor.
Por eso no es casualidad que la liga colombiana esté calificada, incluso antes del triunfo de Nacional en la Libertadores, como la undécima mejor del mundo, según la Federación Internacional de Estadísticas (IFFHS, sigla en inglés).
A este éxito ha contribuido el hecho de que la Dimayor cuenta con una solidez económica que traslada a los clubes, lo que se traduce en mejores infraestructuras y de los procesos de formación del talento humano, «elementos fundamentales para demostrarle al mundo la calidad del fútbol que hoy tiene Colombia», señaló el dirigente.
Perdomo destaca que en la actualidad todos los futbolistas profesionales que juegan en clubes del país tienen al día sus salarios y la seguridad social que exige la ley a un trabajador, producto también de un ordenamiento del sistema.
Todo eso se refleja en resultados como el conseguido esta semana por Atlético Nacional, que para la Dimayor es modelo de «crecimiento organizacional» y que «trabaja como una verdadera empresa» siguiendo el modelo de los europeos.
Así lo subrayó el técnico del equipo verde de Medellín, Reinaldo Rueda, después de ganar la Libertadores. «Yo creo que el fútbol colombiano se merecía este título, por todo lo que han invertido los clubes, por todo lo que es la organización del fútbol colombiano», manifestó.
En opinión de Rueda, el título de la Libertadores refleja lo que se está haciendo en el campeonato colombiano, que sin ser multimillonario tiene un alto nivel competitivo, como lo demuestran los dos títulos continentales.
«En la medida en que nosotros valoremos nuestro fútbol y lo respetemos, vamos a poder engrandecer el comportamiento de nuestros equipos por el gran talento que tiene el jugador colombiano», señala el técnico.
Los triunfos de Santa Fe y de Nacional los llevarán a disputar nuevos títulos internacionales en agosto y diciembre, respectivamente.
El 18 y 25 de agosto, el equipo rojo de Bogotá disputará la Recopa Sudamericana frente a River Plate de Argentina que fue el campeón de la Copa Libertadores del 2015.
Entre tanto, Nacional representará a Suramérica en el Mundial de Clubes que se disputará en Japón entre el 8 y el 18 de diciembre.
Los dos torneos abren a los clubes colombianos la posibilidad de sumar sendos trofeos que pueden poner al fútbol cafetero al nivel de ligas de peso regional como la argentina o la brasileña.
Marisol Larrahondo B.
