Volvía la Premier League con un auténtico partidazo. La primera jornada de la máxima competición inglesa enfrentaba a dos campeones.
Al Liverpool y al Leeds, campeón de la Championship. A Klopp y a Bielsa. El encuentro tenía todos los ingredientes para ser trepidante, y no decepcionó.
Tan sólo cuatro minutos tardaron los Reds en demostrarle al recién ascendido lo que es la Premier. Salah provocó un penalti por mano de Koch, lo tiró fuerte, imparable y entró en la historia. Cuatro años consecutivos lleva el Faraón anotando en la jornada inicial.
Lejos de venirse abajo, los del Loco siguieron con su fútbol, no se esperaba menos. Sólo siete minutos después Philips, pieza angular del equipo, desplazaba en largo un balón a banda izquierda. Harrison controlaba, dejaba atrás a todo un Alexandre-Arnold y batía a Alisson desde la frontal. Golazo.
No les dio tiempo a celebrarlo a los Whites. En el 19, la muralla de Breda, van Dijk, firmaba un gol de categoría. Robertson botó un córner al corazón del área, que el defensa, sin marca, remataba con un tremendo testarazo. Tal fue la potencia que el balón entró con Meslier en la portería.
Si algo caracterizó la primera mitad, fueron los errores defensivos. Van Dijk no iba a ser menos. En un gesto de confianza, intentó despejar un balón con un sombrero, Bamford se la robó y firmó las tablas, 2-2. Replicó rápido el ‘Pool’, casi de inmediato, Salah aprovechó un rechace en el área, tras una falta, y fusiló la meta del Leeds.
Tras el descanso ambos conjuntos salieron más concentrados. El Liverpool, que comenzó a hacer una presión más agresiva, se hizo con el control del partido, pero el Leeds buscaba continuamente las contras y los balones en largo para Harrison. El extremo vio como le anulaban un golazo por fuera de juego, poco después de la reanudación.
Saltó Rodrigo al campo y cuando parecía que la balanza del partido se decantaba a favor de los Reds, Klich, hombre de confianza de Bielsa, que había estado desaparecido todo el partido, lo empató. Controló en el área y batió a Alisson. A falta de 20 minutos, todo estaba por decidir en Anfield.
Los cambios y la adrenalina del empate hicieron dar un paso adelante a los de Bielsa, que siguió mostrando debilidades atrás. Donde más sufrieron fue en el balón parado. Van Dijk, que remató sólo todos los corners, volvió a fusilar a Meslier, pero el tanto fue anulado por una falta más que dudosa. Salvaba los muebles el Leeds.
Cuando más cerca veía el punto el recién ascendido, Rodrigo cometía un penalti de juvenil sobre Fabinho. Salah no perdonó, firmó su Hat-trick y sentenció a un equipo de Bielsa, que plantó cara a todo un campeón de Premier League, y que sin duda dará mucha guerra esta temporada.